Una colombiana que vive en España explica cómo ha conseguido la nacionalidad sin necesidad de abogados: «No es nada fácil»

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Cuando una persona decide mudarse a otro país en busca de una nueva vida, la ilusión de empezar de cero se mezcla con la burocracia de los trámites. Uno de los más importantes, y a la vez más temidos, es el de la nacionalidad. Los requisitos cambian según el país y, en muchos casos, la complejidad del proceso obliga a quienes lo solicitan a recurrir a abogados especializados. Sin embargo, no siempre es así. Es el caso de Laura Vargas, una colombiana que reside en España y que, a través de su cuenta de TikTok, 'lau.vargas64', ha compartido cómo ha conseguido la nacionalidad española sin recurrir a abogados ni intermediarios.

Su historia ha llamado la atención no solo por el resultado final, sino por el camino que ha recorrido hasta lograrlo. «Me enteré hace un par de horas de algo muy bueno que me acaba de pasar», anuncia con una sonrisa en su vídeo. El motivo de su alegría no tarda en desvelarse: «Hoy he recibido la notificación de que me han concedido la nacionalidad española».

Un proceso largo pero posible

Lo que convierte su caso en algo singular es que, a diferencia de la mayoría de personas que pasan por este proceso, ella decidió enfrentarse a todo el papeleo por su cuenta. «Esto es un proceso que lo que a mí me llena de orgullo es que yo hice eso sin un abogado», explica. Y añade: «La mayoría de personas contratan un abogado de extranjería para que les haga el respectivo trámite». Pero en su caso fue diferente.

La creadora de contenido deja claro que no se trata de un juego, sino de un asunto serio que exige compromiso y conocimiento. «Es una cuestión seria, una cuestión con la que no vas a jugar». Y por eso, pese a no contratar a un profesional, se preparó a fondo para cada paso del proceso. Su situación personal le daba cierta ventaja, pero no estaba exenta de complicaciones: «Casi desde el principio he estado documentada en este país porque mis hijos tienen documentos de la Unión Europea como italianos, eso lo facilita, pero no es como tú crees».

La realidad, según cuenta, es que incluso siendo familiar de ciudadanos europeos, hay que cumplir con una serie de condiciones. «Tú tienes que demostrar, al ser yo familiar de europeos, que yo los podía sostener aquí. Y eso era una millonada en euros», revela. Y al no poder demostrar esa cifra, tuvo que buscar otra vía: «Al no poder demostrar una millonada como la que piden… yo tenía que demostrar que tenía ingresos, que tenía un negocio o que además de que iba a vivir aquí, cómo iba a aportar a este país».

Su solución fue presentar un plan claro y viable. Gracias a ello, logró su primera gran meta: obtener la residencia de larga duración, «que es por cinco años y que cuando se te cumple tú puedes extenderla por cinco años más y así». A partir de ese momento, el camino hacia la nacionalidad estaba cada vez más cerca.

«A los dos años de tener esa residencia legal, que eso fue en 2023, ya yo podía apostar a conseguir mi nacionalidad haciendo el respectivo examen y aportando la documentación que comprueba cómo sigues aportando a este país, como pagas tu seguridad social…», detalla. La mayoría de quienes dan ese paso, señala, lo hacen a través de abogados: «Por lo general esto te lo hace un abogado y te va a cobrar 1.000 o 1.500 euros». Y añade una verdad que muchos comparten: «Como es algo tan delicado… la gente no quiere jugársela».

Pero ella ya había adquirido experiencia tramitando por sí misma otros documentos y no le asustaba el reto. De hecho, se había leído «el BOE completo».

La idea de hacerlo sola tomó forma definitiva cuando un amigo le contó que conocía a alguien que lo había hecho sin ayuda legal. Fue el impulso final. «Yo misma me voy a hacer mi nacionalidad», se dijo. Y lo logró. «Lo metí a finales de diciembre y ya hoy lo tengo concedido, seis meses». En su mensaje, además de orgullo, hay determinación y aprendizaje. «Casi todo lo que me he propuesto hacer en la vida lo he conseguido». Reconoce que el camino no ha sido fácil, pero que nunca ha dejado de formarse: «Estudié la forma de emprender desde que llegué aquí, estudié la forma de sacar un negocio adelante, con dolor y lágrimas, porque no es nada fácil».

Por último, la colombiana concluye su relato con una frase que sintetiza su actitud: «Yo hay algo que tengo, fe, se llama fe… Aquí me ha traído». Un testimonio que demuestra que, con esfuerzo, información y confianza, es posible lograr lo que muchos creen reservado solo a expertos.

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