La explicación científica detrás de que no te acuerdes de nada del Eras Tour de Taylor Swift: «Es como si tuviera amnesia»>

Como ellas, cientos de 'swifties' han expresado por redes sociales no tener recuerdos de nada de lo que vivieron la noche anterior. Si no fuera por los vídeos que grabaron y las pulseras de la amistad que permanecen en sus muñecas, no podrían cerciorarse de haber estado presentes en el show.

Este fenómeno se conoce científicamente como 'amnesia post-concierto', y está influenciado por la desmedida emoción del fanático por ver a su artista favorito. Estos generan una gran cantidad de emociones y estímulos, que sobrepasan la capacidad del cerebro para procesar información, que interpreta lo que están viviendo como estrés. 

«El estrés en sí es un mecanismo adaptativo que tenemos todos los mamíferos que, lejos de ser un problema, es lo que nos permite sobrevivir porque nos hace darnos cuenta de una situación que pone en jaque los recursos que tiene el sistema para afrontarla», declara Amaya González, psicóloga del Colegio Oficial de Psicología de Madrid. Además, el estrés no diferencia de momentos positivos o negativos, por lo que una situación puede ser estresante para el cuerpo independientemente de que el motivo sea una fiesta o, en este caso, un concierto.

Estrés prolongado en el tiempo

Además, las 'swifties' se preparan por meses para poder asistir al show, lo que implica invertir tiempo, dinero y preocupaciones en pensar en el alojamiento, los traslados, la ropa, las pulseras, la comida, los gastos... que se suman a la emoción de ver a Taylor Swift para mucha gente, por primera vez. «Es una situación de estrés sostenida en un periodo largo de tiempo que termina por agotar las reservas del cerebro«, dice González.

También se debe tener en cuenta que los conciertos de Taylor Swift son espectáculos llenos de estímulos visuales y auditivos. Luces de colores, explosiones de fuego, cambios de vestuario, coreografías muy elaboradas y más de tres horas de música que pueden sobrecargar los sentidos de los asistentes. Tantos estímulos en tan poco tiempo favorecen que el cerebro desvanezca muchos detalles de su memoria.

Si a ello le sumamos la 'necesidad' que genera para algunas personas poder grabar lo máximo posible del concierto, se le suma al cerebro otra carga de responsabilidad y estrés por conseguir el mejor vídeo o foto de la artista. Por lo tanto, priorizar el contacto con la experiencia y el momento en sí es la clave para que la vivencia quede almacenada en la memoria. Y a fin de cuentas, la propia Taylor es quien canta «make the friendship bracelets, take the moment and taste it, you've got no reason to be afraid», entregando en su propia música la clave para superar esta problemática.

Lo que provoca la música también lo soluciona

Sin embargo, hay una posible solución para esto. Al igual que los pacientes con alzhéimer, si una canción está vinculada a un recuerdo, esta puede ayudar a rescatarlo del océano de la memoria. Una opción que puede funcionar es volver a escuchar el 'setlist' del Eras Tour, y esperar a que esto active los recuerdos.

Por otro lado, González también llama a la «paciencia». «El cerebro también necesita tiempo para procesar todo lo que se ha vivido, que no entren en pánico si tienen muchos 'blancos' en su memoria por el concierto. Lo normal es que pasados unos días puedan recordar todo con claridad«, aconseja la psicóloga. Además, hay que ser cautelosos con esta idea de esperar tener una memoria que registre todo como una cámara de video. La memoria siempre es selectiva y para lograr retener memorias de largo plazo tenemos que pensar en la repetición y la toma de contacto por diferentes vías con el estímulo, cosa que en el caso de un concierto es inviable», apunta.