El alto el fuego ya puede llegar a Gaza tras entregar Hamás la lista de rehenes

No es nada sencilla una negociación entre Hamás e Israel y mucho menos después de 15 meses de extrema violencia que dejan más de 46.000 muertos y un nivel de destrucción sin precedentes. Pese a los bombardeos israelíes, la gente se echó en masa a las calles de Gaza al marcar el reloj las 8.30. Desde la Ciudad de Gaza miles de personas comenzaron su camino de retorno a Beit Hanoun, Beit Lahia y Yabalia, las tres zonas del norte más castigadas en los últimos meses. Los desplazados en el sur de la Franja no pueden de momento regresar al norte, pero también festejaron la llegada del alto el fuego.

Hamás se sumó a los festejos y milicianos uniformados y encapuchados a bordo de vehículos todoterreno recorrieron entre vítores las calles de Jan Younis. Esta es el lugar natal de Yahya Sinwar, líder de Hamás que ideó los ataques del 7 de octubre y murió un año después en combate, y uno de los grandes bastiones de un movimiento que se moviliza para desplegarse en toda la Franja. Los agentes de la Policía del ministerio de Interior recuperaron sus uniformes y volvieron a patrullar en calles y mercados para evitar el caos en un momento que los ciudadanos esperaban con ansiedad.

Ruptura en la coalición

La entrada en vigor del alto el fuego coincidió con la salida del gobierno de Israel del partido ultranacionalista Poder Judío. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, el de Patrimonio, Amichai Eliyahu, y el de Negev, Galilea y Resiliencia Nacional, Yitzhak Wasserlauf, presentaron sus cartas de renuncia a Netanyahu. En una carta al primer ministro Ben Gvir dijo que este es un «acuerdo de rendición al terrorismo» del primer ministro, que cruza todas las líneas rojas.