Feijóo considera que el pacto del PSOE con EH Bildu es el más “miserable” de Sánchez, quien lo justifica
Ha sido en cierta manera un cara a cara en diferido. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado ese jueves contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su intervención el miércoles en el Parlamento Europeo, que ha definido como “impropia” y “maleducada”. Un discurso en el que el jefe del Ejecutivo, que acudió a la Eurocámara a hacer balance de la presidencia española del Consejo de la UE, cargó contra los pactos del PP con la ultraderecha de Vox y contra el líder de los populares europeos, el alemán Manfred Weber —al que descolocó con la idea de que él nunca aceptaría en Alemania recuperar las calles dedicadas al III Reich como está planteando Vox con dirigentes franquistas en algunas ciudades que gobierna con el PP— por avalarlos.
En Bruselas, tras reunirse con sus compañeros europeos, Feijóo ha asegurado que hay malestar en el PPE por la intervención en la Eurocámara, que considera una “falta de respeto”. “Nunca un primer ministro ni un presidente del Consejo ha sido tan bronco, tan maleducado, con una actuación tan impropia de falta de respeto al Parlamento Europeo”, ha dicho. El jefe del PP también ha lanzado una nueva andanada contra Sánchez por el acuerdo del PSOE y EH Bildu que ha dado al partido vasco la alcaldía de Pamplona, y que ha calificado este jueves en Bruselas como “miserable”. A un kilómetro de donde hablaba Feijóo, Sánchez le ha exigido que cierre ya una fecha para la reunión donde tratar, entre otros asuntos, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que reclama Bruselas y que los populares bloquean desde hace un lustro.
Feijóo estará en la capital de Navarra el próximo domingo para clamar contra lo que considera como el “pacto encapuchado” y ha dejado en el aire esa reunión con el presidente del Gobierno. “Es el pacto más miserable de todos los que ha suscrito Sánchez en toda su carrera política”, ha insistido Feijóo. “Ha pactado con un partido que lleva en sus listas a personas condenadas por asesinato”, ha afirmado. En realidad, los siete exetarras que tenían delitos de sangre e iban en las listas municipales de EH Bildu se retiraron al estallar la polémica. “Es una línea roja que inaugura el peor momento de la democracia española”, ha añadido el presidente del PP, que también ha evitado confirmar si se reunirá con Sánchez, condicionando ese encuentro, que no garantiza, a que La Moncloa facilite al PP previamente un orden del día por escrito. “Estamos pendientes de que el equipo de Sánchez diga cuál es el orden del día que quiere tener en esa reunión de asuntos que quiere tratar. Una vez lo tengamos propondremos asuntos para introducir. En la primera reunión con Sánchez me enteré del orden del día por un medio de comunicación. Eso no va a volver a ocurrir”, se ha quejado Feijóo. “En esa reunión, en el caso de que se produzca, se hablará no solo de lo que le interesa al presidente, sino al PP”, ha apostillado abriendo la puerta por tanto a que no haya cita entre ambos.
También desde Bruselas, Sánchez le ha exigido que cierre ya una fecha para la reunión, y poco después fuentes de La Moncloa señalaban que el líder del PP no puede poner una nueva “excusa” para retrasar la renovación del CGPJ tras cinco años de mandato caducado. “El deber del jefe de la oposición, una vez terminadas las elecciones es trabajar por el interés general”, explicó Sánchez. “La propuesta de reunión con tres acuerdos que le he hecho es algo que merece la pena que trabajemos. He planteado las tres personas que podrían llevar esos trabajos por parte del PSOE. Espero que el señor Feijóo cierre ya una fecha, entiendo que todos tenemos problemas de agenda pero no hay razones para que el PP no se siente a la mesa y podamos desbloquear cuestiones que afectan a los ciudadanos como la financiación autonómica y la renovación del CGPJ o el cambio del artículo 49 de la Constitución”, ha planteado el presidente.
Sánchez también ha entrado en el asunto que plantea Feijóo como nuevo elemento de ruptura entre los dos partidos, esto es el pacto para que el PSN, los socialistas navarros, entreguen el Gobierno de Pamplona a Bildu a través de una moción de censura, pactada también con el PNV —Geroa Bai— para desplazar del poder a Unión del Pueblo Navarro (UPN), que fue el partido más votado en las últimas elecciones municipales, pero no tiene mayoría para gobernar y por eso no consigue aprobar los Presupuestos. Sánchez, como hizo el jueves el PSOE, ha planteado el asunto como una cuestión local, aunque parece evidente que tiene consecuencias para la política nacional.
Este acuerdo con Bildu se intentó otras veces en el pasado y la dirección nacional, esto es Sánchez, hasta ahora lo habían impedido. UPN gobierna en Pamplona desde 2019 precisamente porque el PSOE se negaba a hacer alcalde al candidato de Bildu. Sánchez sostiene que la decisión se ha tomado ahora porque el ayuntamiento de Pamplona ha llegado a una parálisis, y asegura que esto no implica un salto en las relaciones entre el PSOE y Bildu ni que los socialistas vayan a facilitar el ascenso del grupo independentista a ninguna otra institución. En el País Vasco, el PNV y el PSE, apoyados por el PP, impidieron que Bildu se hiciera con instituciones importantes como el ayuntamiento de Vitoria, y en Navarra hay otras alcaldías que también serían para Bildu si el PSN quisiera hacer otras mociones de censura, pero Sánchez asegura que esta es una cuestión puntual.
“La realidad cotidiana de los ciudadanos en cada lugar varía, y en función de eso tenemos que tomar decisiones. Nuestra intención es dar estabilidad y hacer avanzar a las ciudades. En Pamplona sufrimos desde hace cinco años una parálisis, sin Presupuestos. Esta moción de censura es por la incapacidad de UPN de tejer complicidades. Lo que hace el PSN, y cuenta con mi apoyo, es sacar de la parálisis a un ayuntamiento tan importante como Pamplona. Es un caso concreto y bien determinado”, ha dicho el presidente.
El Gobierno reconoce que el PP puede llevar los asuntos que considere a la reunión entre Sánchez y Feijóo, pero consideran una trampa la petición del líder de la oposición. “A lo largo de la historia, cuando un presidente convocaba [al líder de otro partido] se acudía, es algo de absoluta normalidad y responsabilidad. Estamos esperando [saber] qué fecha prefiere el PP y, faltaría más, si quieren incluir otros temas adelante. Solo esperamos la respuesta por parte del PP para celebrar esa reunión”, recalcó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, el martes tras el Consejo de Ministros. El Ejecutivo ha ofrecido tres días posibles para la reunión con el fin de encajar las agendas de Sánchez y Feijóo. Dos son antes de Navidad y uno, antes del 31: la idea es que el encuentro se produzca antes de que finalice el año, pero de momento no es seguro que llegue a cerrarse.