La cifra de muertos en Los Angeles asciende a 24 entre el temor a más vientos
Los incendios que están asediando a la ciudad de Los Angeles no dan tregua. La cifra de fallecidos ha aumentado hasta las 24 víctimas, con varias decenas de desaparecidos y los dos principales fuegos aún activos desde que se desataron el pasado martes. Las previsiones de fuertes vientos hasta el miércoles, con rachas por encima de los 100 kilómetros, hacen temer que se pierda parte del progreso logrado por los bomberos hasta ahora.
Las últimas cifras hablan de casi 10.000 hectáreas consumidas en el fuego de Palisades y de 5.200 en el de Eaton, con más de 12.000 estructuras dañadas y destruidas. Al oeste, el incendio está controlado al 13% y en el caso del Eaton, que ha devorado una gran parte de Altadena, hasta un 33%, unas cifras alentadoras que han ayudado a levantar las órdenes de evacuación en algunos de los barrios más golpeados de la ciudad.
Mucho han tenido que ver los recursos federales destinados para luchar contra el fuego. Los aviones militares han descargado ya más de 60.000 litros de retardantes contra incendios sobre zonas de bosque para evitar una mayor propagación de los incendios, de acuerdo al portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder. Además se han destinado 1.800 miembros de la Guardia Nacional para asistir a las autoridades con la prevención de robos en las zonas devastadas.
Aún así más de 92.000 personas siguen bajo orden de evacuación en la segunda ciudad de Estados Unidos, según los datos del shérif del condado de Los Angeles, Robert Luna, y muchos otros vecinos siguen esperando a volver a lo que queda de sus casas con la esperanza de poder recuperar algo de lo destruido o, sencillamente, comprobar en qué estado ha quedado su vecindario.
Incluso en las zonas que no se han visto afectadas por los incendios, la actividad está lejos de ser normal, con centros comerciales, bares y restaurantes con menos afluencia de público de lo habitual. Además, hay miles de familias esperando a que sus hijos vuelvan a clases. Están cerrados todos los colegios públicos del distrito escolar de Pasadena, La Cañada y al menos nueve en el distrito escolar de Los Angeles, el más grande del país.
El otro gran frente abierto es el de las ayudas para dueños de casas y negocios que lo han perdido todo. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, sigla en inglés) está recibiendo una lluvia de peticiones para fondos de emergencia, con más preguntas que respuestas sobre el proceso de reconstrucción y lo que puedan tardar las labores de desescombro. Dianne Criswell, la administradora de FEMA, calcula que harán falta al menos seis para retirar escombros y descontaminar los terrenos.