Los investigadores se quedan sin ayudas para proyectos de IA y se levantan contra Morant: «Este desprecio es inaudito»

«Se había formado a numerosos profesionales para poder integrarse en el trabajo, que ahora tienen que volver a empezar», dice Raquel Abalo, catedrática de Farmacología de la Universidad Rey Juan Carlos que había participado en uno de los proyectos presentados.

«La actitud del ministerio es una tomadura de pelo que denota que no se valora nuestro esfuerzo. Las propuesta puede ser la elegida o no, pero lo mínimo es que exista una valoración antes de desestimar tanto trabajo», argumenta esta investigadora, que no da crédito a la forma en que se ha suspendido todo.

31 millones de euros para 15 proyectos

La convocatoria se lanzó cuando Joan Subirats estaba al frente de Universidades y consistía en una financiación para proyectos de IA de 31 millones de euros. En concreto, se iban a seleccionar 15 propuestas, que recibirían, de forma individual, una ayuda de más de dos millones. Alejandro Rodríguez, que es catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid, coordinó uno de esos proyectos. «Es la primera vez que veo algo parecido, es un desprecio inaudito», opina este docente.

Este periódico se ha puesto en contacto con el Ministerio de Ciencia y Universidades que justificó la cancelación de la iniciativa por «circunstancias sobrevenidas». Fuentes de este ministerio añaden a ABC que, en estos momentos, «existe la necesidad de priorizar la gestión de normas y programas de ayuda para la reconstrucción de diversa índole hacia territorios afectados por la dana». Los de Morant, además, piden disculpas por lo sucedido: «Lamentamos profundamente que las propuestas presentadas no vayan a poder llevarse a cabo».

La 'reasignación' de fondos como consecuencia de la dana no convence como excusa a estos investigadores, que recuerdan que la convocatoria tuvo que haberse resuelto en marzo de 2024, varios meses antes de que ocurriera la catástrofe en la Comunidad Valenciana.

Además, tachan la forma de operar del ministerio de «poco seria» y auguran un creciente desprestigio de la institución pues el pasado verano se había publicado un listado de propuestas rechazadas o desestimadas y, a lo largo de estos meses, se habían escuchado rumores de que la iniciativa, finalmente, llegaría a buen puerto.

La idea en la que habían trabajado tanto Alejandro Rodríguez como Raquel Abalo consistía en una herramienta que utilizaba IA para poder revaluar fármacos. «No puedo calcular las horas que hemos invertido», expresa Rodríguez, que se encargó de coordinar diferentes grupos de trabajo dentro del mismo proyecto. Además de que, como señala Abalo, los requerimientos para poder presentarse eran «absolutamente endiablados»: «Estuvimos trabajando durante todo un mes sólo para poder presentar la idea. Creo que a este tipo de iniciativas no llega nadie que no esté capacitado para poder acometerlas», remata Abalo.

Esta investigadora destaca lo anómalo de la situación si se compara con proyectos similares: «Cuando vi el proyecto me dio la sensación de que era una copia de una convocatoria ideada meses antes por la Comunidad de Madrid. Solo que esta sí se resolvió», informa.