Podemos busca relanzarse ante la «izquierda cómoda» de Sumar con su vieja guardia de escudera

También lo hace Iglesias dictando sentencia acerca de con quién se debe forjar alianzas o no, pidiendo a la organización que fundó allá por 2014 no sucumbir a los «cánticos de sirena» de la persona a la que él mismo designó su sucesora en el espacio político, Yolanda Díaz, y de su formación, Sumar. Una operación «fallida» del PSOE para acabar con Podemos y que ahora, opina, está «políticamente muerta».

Entre unas cosas y otras, el fundador de Podemos y exvicepresidente del Gobierno lleva semanas especialmente activo y vinculado con su supuesto expartido. Como no podía ser de otro modo, cobrará un papel relevante este fin de semana, cuando la formación morada afronta 'La Quinta', que es como denominan sus dirigentes al congreso ordinario que adelantaron al mes de abril ante un eventual adelanto electoral para renovar su cúpula y aupar, por segunda vez consecutiva y sin rivales, a Ione Belarra a la Secretaría General de la organización para volver a rodearse de rostros como el secretario de Organización, Pablo Fernández, pero también de nuevos perfiles procedentes del activismo propalestino, antirracista y antifascista, así como de la tele de Iglesias.

Con todo, la de los días 11 y 12 de abril en la Casa de Campo de Madrid, será cita clave para Podemos, que buscará relanzarse como alternativa a la «izquierda cómoda» y «dócil» que representa Sumar como socio minoritario del Gobierno de coalición con el PSOE tal y como describen al proyecto de Díaz en su nuevo documento político, que, junto al organizativo, el antirracista, el feminista y LGTBIQA+ y el Código Ético, serán debatidos y sometidos a votación este viernes por la tarde.

Es ahí donde entran en juego precisamente dos de sus viejos gerifaltes como Iglesias o Pablo Echenique, que participarán como escuderos del tándem que componen Belarra e Irene Montero; uno como ponente en una mesa de debate sobre la ultraderecha en Europa y América Latina y el segundo, como moderador de una charla entre varios de los integrantes de la nueva cúpula. De hecho, la operación reimpulsar Podemos ya se activó el domingo pasado con el lanzamiento de la exministra de Igualdad y actual número dos del partido como candidata para encabezar una futura lista en las próximas elecciones generales, previstas, salvo sorpresa, para el año 2027, que «no sea sólo de Podemos». Atendiendo a las últimas intervenciones de Iglesias o la propia Montero, quienes piden al PSOE integrar a Sumar en sus filas, Movimiento Sumar parece no estar invitado a esta confluencia de partidos.

El «hartazgo» de Más Madrid

La candidatura de Montero constituye un movimiento inesperado en cuanto a tiempos —que no sorpresivo, pues el regreso de la eurodiputada morada a la primera línea de la política nacional era un secreto a voces aireado por la propia Belarra si bien faltaba aterrizar su nuevo papel— al que posibles futuros aliados como Izquierda Unida (IU) responden exigiendo primarias democráticas en vez de nombres elegidos a dedo y que no ha surtido el efecto deseado. Sumar se niega a seguirle el juego a Podemos y no elegirá, por el momento, a su futuro candidato o candidata electoral que podría volver a ser Yolanda Díaz. Fuentes del entorno de la vicepresidenta segunda, líder fáctica del espacio, trasladan que Díaz está actualmente centrada en sus responsabilidades al frente del Ministerio de Trabajo y que, bajo ningún concepto, va a caer en provocaciones o descalificaciones tanto como si son hacia su persona o hacia la plataforma que dirige.

Iglesias y Echenique actuarán de escuderos del tándem Belarra-Montero en un congreso que la formación morada anticipó a abril ante un eventual adelanto electoral

Según ha podido saber ABC tras consultar fuentes del Grupo Plurinacional, es precisamente por este último motivo que no han sentado especialmente bien las declaraciones la ministra de Sanidad, Mónica García, del pasado martes en el Senado. La dirigente de Más Madrid ha sido, de hecho, la única integrante de Sumar que se ha atrevido a confrontar a Pablo Iglesias e Irene Montero en público, asegurando estar «harta» de que el exvicepresidente y la exministra de Igualdad les den «lecciones», les critiquen e insulten para «presentarse ellos como salvadores del país». «En el año 2021 ya le dije al señor Iglesias que la política no era una película de Netflix y ahora le digo a los dos, al señor Iglesias y a la señora Montero, que esto tampoco es una piscina de bolas y que estamos en un Gobierno progresista», defendió García.