Dos solteros aprovechan la intimidad del reservado para hacer lo nunca visto en 'First Dates'
Entre Carlos y Paola no surgió la chispa, pero por lo menos la italiana se benefició de los conocimientos en terapias holísticas de su cita
El 'resort' de 'First Dates' cerró la semana con la visita de una nueva ronda de comensales en busca del amor. Entre ellos se encontraban Renée (77) y Rafa (66), dos solteros que protagonizaron la cita más emotiva de la velada.
Renée es de origen holandés, aunque lleva 38 años viviendo en Málaga. Al presentarse contó que ahora está jubilada y su tiempo lo emplea como voluntaria en el Proyecto Mariposa, una iniciativa que ayuda a las personas con cáncer y sus familias en el último proceso de su vida. En el amor, desveló que lleva mucho tiempo sola «y soy muy exigente». Buscaba una persona «un poco inteligente y sobre todo con mucho humor, porque a mí me gusta reír», tal y como se la describió a Laura Boado.
La soltera quiso tener un gesto con su pretendiente y recibirlo tocando para él su flauta nativa norteamericana. El afortunado fue Rafa, un pensionista de Burjassot (Valencia) que se describió como un tipo que viste a su rollo, «en el pueblo me conocen cómo el del sombrero o el del perrito».
Al entrar en el restaurante y escuchar la música de Renée, el comensal no pudo evitar que se le escapara alguna lagrimita. «Tengo los pelos de punta. Me ha parecido una manera muy bonita de recibir a una cita. Como nunca me había pasado en la vida, pues me he emocionado un poquito», comentó sobre la inusual bienvenida de la cita.
Renée agregó al primer encuentro un fuerte abrazo. Un buen punto de partida, pues los dos se habían hecho tilín. «Me han elegido un hombre bonito. A me gusta que está calvo, me encanta», señaló en los totales. Rafa, que también había tenido una grata impresión de ella, alucinó con que Renée tuviera 77 años, «porque los lleva de p*** madre».
Sentados en la mesa, la pareja comenzó a contarse sus historias personales. «He sido enfermera toda la vida, trataba a pacientes con cáncer y llena mucho», comenzaba la holandesa. Por su parte, el valenciano compartía con ella que estaba jubilado y que tiene en casa a su nieto de ocho años y a una perrita «que la quiero como a mi vida».
Renée se emocionó con la mención del animal, pues perdió a su perrita. «Yo estoy sin perros, para mí era súper difícil, cuando se me murió la última dije…», le intentó explicar. Pero no tuvo que explayarse en cómo se sentía, porque Rafa empatizó tanto con su pérdida que rompió a llorar desconsolado. «Realmente soy muy sensible, casi lloro por todo. Pero bueno, por lo que me llega al corazón, y hablar de mi perrita me hace llorar», se justificó. «¿Pero vive todavía tu perra, no?», quiso saber su pretendienta. «Pero solo pensar en perderla es la hostia», se sinceró el pensionista.
La genuina reacción de Rafa encantó a la soltera. «Eso para mí significa que es un hombre muy sensible, que tiene muchos sentimientos y eso me ha gustado mucho de él», proclamaba ante el equipo del programa.
La conversación continuó, y el soltero mostraba otra faceta distinta. Exponía que llevaba 36 años divorciado, pero que había tenido muchas relaciones y la advertía de que le gustaba mucho el sexo a pesar de su apariencia. «Parece que solo pueden follar los de 30». Renée también concordaba con él en ese aspecto, y por su parte reconocía que llevaba dos años sin tener relaciones, si bien prefería calidad a la cantidad.
En el reservado del 'resort', Renée le demostraba sus habilidades como masajista energética, haciéndole sentir a Rafa sensaciones que nunca había experimentado. A la hora de la decisión final, el soltero no tenía ninguna duda. «Por supuesto que quiero una segunda cita, porque me parece una persona encantadora y maravillosa, no hay nada que me haya disgustado de esta mujer». Ella también le dio un 'sí' a seguir conociéndolos y salieron del restaurante de la mano.
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