Tomás, acostumbrado a una visión distinta de la vejez en Argentina, destaca cómo el concepto de «ser viejo» tiene un significado muy diferenteen España. En su país natal, según manifiesta, es común que las personas empiecen a considerarse mayores ya a los cuarenta años. «Mi papá tiene cuarenta y algo y él constantemente está diciendo que está viejo, que se siente viejo», comenta.
Sin embargo, tal y como señala, en nuestro país es completamente normal que las personas de más de cuarenta añossigan disfrutando de actividades sociales como salir a bailar o tomar algo con amigos. «Incluso muchas veces en las discotecas están mezcladas las personas», afirma. Aunque reconoce que hay espacios específicos para diferentes edades, confiesa que «en general están mezcladas las cosas».
Por otro lado, el creador de contenido confiesa que su experiencia como camarero le ha permitido conectar con personas de distintas edades, algo que también considera especial de España. «Yo mismo que trabajo en hostelería, o sea que trabajo de camarero, tengo un montón de amigos de esas edades», explica, dejando claro que, lejos de limitarse por la diferencia generacional, puede salir con ellos a tomar una cerveza y compartir momentos agradables.
«Incluso donde yo vivía antes, en Granada, hay gente que quiero mucho que ronda esa edad o más. Obviamente me ven como el chaval, el pequeño, pero bueno es lo que hay, amigo. Es así, ellos son más grandes y yo soy más pequeño», reflexiona con humor.
Las ganas de vivir
Para el argentino, esta mentalidad ha sido un cambio positivo. «Enhorabuena para los españoles y me gustó haber cambiado ese chip, porque me dan ganas de vivir», asegura, destacando que en España la edad no define cuándo se deja de disfrutar de la vida.
Por último, cabe destacar que, para Tomás, esta filosofía de vida no solo redefine su concepto de envejecer, sino que le inspira paraafrontar la vida de una manera más plena y optimista. «No somos viejos hasta que no podemos movernos, hasta que no dejamos de reír», concluye.