La declaración de Carmen Pano abre una vía a una nueva causa al PSOE por financiación ilegal

No es baladí que la empresaria se negara a declarar sobre dichos hechos en el caso Koldo de la Audiencia Nacional donde se investigan las presuntas comisiones de Aldama a Koldo García, exasesor del exministro socialista, José Luis Ábalos, por abrirle presuntamente las puertas del Ministerio de Transportes para asegurarse los contratos públicos para traer material sanitario a España durante la pandemia por 53 millones de euros.

Este martes, en el Tribunal Supremo, donde el aforado Ábalos está investigado por los mismos hechos que Koldo García en la Audiencia Nacional, ratificó lo que ya afirmó en su día ante la Guardia Civil: que llevó 90.000 euros a la sede central del PSOE en dos entregas de 45.000 euros, una vez en taxi y otra acompañada de Álvaro Gallego, vinculado a Claudio Rivas, socio de Aldama.

Pano sostuvo que el dinero se correspondería con un soborno de Rivas para conseguir una licencia de hidrocarburos para su compañía, Villafuel, pero fuentes de la causa trasladaron a ABC que no se sabe, por el citado testimonio, para qué o para quién era ese dinero supuestamente entregado en Ferraz.

Rastreo de mensajes

En principio, este hecho no es objeto de investigación en el Tribunal Supremo, pero la puerta tampoco está totalmente cerrada y tanto en la investigación del magistrado Lepoldo Puente como en la de hidrocarburos que sigue el juez Santiago Pedraz en la Audiencia Nacional existen referencias y diligencias dirigidas a averiguar las posibles relaciones de Víctor de Aldama con altos cargos.

El 4 de febrero, cuando el magistrado Puente ordenó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil un informe patrimonial sobre Ábalos y su hijo, Víctor, también encargó a los investigadores policiales un informe sobre las comunicaciones telefónicas entre Ábalos, Aldama y Koldo, así como «los mensajes que, en este momento de la investigación, aparezca pudieran haber intercambiado, desde cualquiera de los terminales intervenidos, Aldama con José Luis Ábalos, Víctor Ábalos, el ministro Ángel Víctor Torres o subordinados de éste, el secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, o con cualquier otra persona aforada ante el Tribunal Supremo».

En la causa de hidrocarburos en la que tanto Aldama como Pano y Rivas están investigados por un presunto fraude del IVA de los hidrocarburos que Anticorrupción cifra en 182,5 millones de euros, la UCO de la Guardia Civil apuntó a las relaciones de Víctor de Aldama con altos cargos del PSOE. «Víctor de Aldama se encuentra relacionado directamente con altos cargos del Gobierno y del PSOE, relaciones que se están investigando por revertir indicios de criminalidad».

Cuando Aldama, Claudio Rivas y Pano fueron detenidos por la investigación del supuesto fraude de hidrocarburos, el pasado octubre, el primero ya era un personaje conocido en la prensa porque la investigación contra él y Koldo García por las presuntas comisiones por los contratos del Covid había comenzado medio año antes. Poco después de las detenciones de los tres, Pano apareció en una entrevista en 'The Objective' contando la supuesta entrega de dinero en Ferraz e involucrando a Aldama. Éste la desmintió y le retó a contar los hechos en sede judicial y dar detalles de a quién entregó dicho dinero. Ha dado el primer paso, pero no el segundo, que los investigadores esperan para dar credibilidad o no a su relato.

Pano era colaboradora de Aldama en distintos negocios, una especie de persona para todo que tan pronto gestionaba sociedades como buscaba terrenos, viviendas o, según declaró ella misma este martes en el Tribunal Supremo, se subía en un coche y llevaba bolsas cargadas de dinero a Ferraz presuntamente por encargo sin preguntar de quién y para quién eran.

Aldama sí reconoció que la empresa Have Got Time, que administraba Leonor González Pano, la hija de Carmen Pano que tuvo una relación sentimental intermitente con el empresario, fue la que gestionó la adquisición de un chalet en La Alcaidesa (Cádiz) del que habría disfrutado el entonces ministro Ábalos.

El juez Puente investiga el alquiler de dicho chalet como una posible comisión o mordida encubierta para el político por parte de Aldama. El martes, durante su declaración en sede judicial, Carmen Pano afirmó que fue a visitar la vivienda porque quería conocer «lo que se iba a comprar» y que «se encontraron hecha la compra» porque Claudio Rivas y Víctor de Aldama les dijeron a ella y a su hija que había que adquirirla para alquilarla después a una persona, sin indicarles el nombre de Ábalos.

Posteriormente, se fijó que la propietaria de la vivienda era la sociedad Have Got Time y el arrendatario, José luis Ábalos, quien, según sostuvo Carmen Pano, pagó dos meses de fianza y el mes en curso pero dejó de pagar porque fue cesado como ministro, por lo que Claudio Rivas, según el testimonio de Carmen Pano, ordenó que le desahuciaran.

La empresaria también explicó que fue ella quien puso en contacto a Claudio Rivas y Víctor de Aldama y que también entendió que el alquiler de la casa a Ábalos estaba relacionado con la búsqueda de la licencia de operaciones para la compañía Villafuel con la que también relacionó la supuesta entrega de dinero en bolsas en la sede de Ferraz, que fechó en octubre de 2020.