El Partido Socialista portugués se abstendrá en los presupuestos, salva al Gobierno de centroderecha y evita la repetición electoral
El Gobierno de centroderecha de Portugal que preside Luís Montenegro puede respirar aliviado. El Ejecutivo acaba de salvar su segunda gran prueba de fuego tras echar a andar hace sólo seis meses. El líder del Partido Socialista (PS), Pedro Nuno Santos, ha anunciado esta noche en una comparecencia ante los medios de comunicación que su partido se abstendrá en la votación definitiva de los presupuestos del Estado, que se producirá a finales de noviembre.
Nadie en el país vecino quería que se convocaran elecciones anticipadas. El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha presionado al PS para que permitiera la aprobación de las cuentas. Sobre el principal partido de la oposición, que sólo tiene dos escaños menos que la coalición gobernante (78 frente a 80) pendía la amenaza de unas nuevas elecciones en las que podría perder su buena posición en el Parlamento.
Con la abstención socialista, las cuentas públicas portuguesas podrán salir adelante en la Asamblea de la República aunque el resto del arco parlamentario vote en contra. Es muy probable que la extrema derecha de Chega, con la que Montenegro se ha negado a negociar, vote ahora en contra.
Montenegro había cedido en las últimas semanas ante varias de las peticiones del PS, sobre todo al pactar la rebaja fiscal para los jóvenes y la rebaja del Impuesto de Sociedades. El PS estaba muy dividido entre los que apostaban por rechazar las cuentas, entre ellos el círculo más cercano al secretario general, y los que eran partidarios de cerrar un acuerdo para que el partido no apareciera como el culpable de una repetición electoral menos de un año antes de los comicios del 10 de marzo.
La propuesta de Pedro Nuno Santos será presentada ante la Comisión Política Nacional del PS y previsiblemente será aprobada. La decisión de los socialistas da estabilidad a Portugal al menos durante todo un año. Fuentes socialistas aseguraron a EL MUNDO un voto negativo habría supuesto asfixiar al Gobierno de centroderecha demasiado pronto, nada más empezar la legislatura, y cuando Montenegro ha rechazado pactar con la extrema derecha. Por ello, ese rechazo podría haberse vuelto contra el PS.
Santos ha dejado claro en su comparecencia que la abstención en la votación de los presupuestos no es la antesala de un acuerdo de estabilidad con el Gobierno y que el principal partido de la oposición seguirá siendo exigente con el Ejecutivo luso. Su objetivo ahora, apenas nueve meses después de haber ascendido al liderazgo del partido, es preparar al PS para poder gobernar a lo largo de todo el próximo año.