Disfunción eréctil: Un problema que afecta a 1 de cada 5 españoles
La incapacidad para lograr y mantener una erección que tenga la firmeza suficiente como para tener relaciones sexuales satisfactorias, es un problema de salud sexual común entre los hombres españoles. Pero aunque demasiadas veces cueste hablarlo en la consulta, no es algo de lo que avergonzarse y además buena parte de estos casos se pueden tratar con resultados positivos.
¿Es muy habitual?
Según el estudio Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina (EDEM), la proporción de varones españoles entre 25 y 70 años que sufren disfunción eréctil es del 19%. Uno de cada cinco.
Pero esto no es algo exclusivo de nuestro país. Un estudio similar realizado en Alemania arrojó el mismo resultado, y otro realizado en Estados Unidos en varones de entre 40 y 70 años llegó a la conclusión de que la mitad (52%) sufrían disfunción eréctil.
Si tienes problemas de erección, no tienes que sentir que eres el único.
¿Cuáles pueden ser las causas?
No hay una única causa, por eso hay que estudiar cada caso de forma individual, pero aproximadamente el 80% de las disfunciones eréctiles tienen un origen físico. Puede deberse a una enfermedad cardiaca, a unos niveles de testosterona bajos, al consumo de tabaco, alcohol u otras drogas, a trastornos del sueño, diabetes, tensión arterial alta, ateroesclerosis, a un agrandamiento de la próstata, a un efecto secundario de un medicamento que estás tomando...
¿El origen puede ser psicológico?
Desde luego que sí. La excitación sexual masculina es un mecanismo complejo en el que intervienen hormonas, emociones, músculos, vasos sanguíneos y por supuesto el cerebro. Sufrir depresión, estrés o ansiedad, por ejemplo, puede provocarnos este problema de salud sexual.
El origen de la disfunción eréctil puede incluso ser el resultado de una combinación de factores físicos y psicológicos.
¿Cuándo debo consultarlo?
No lograr y mantener un erección de forma esporádica no debe ser motivo de preocupación. De hecho, según el estudio español que citaba antes, más del 50% de los varones entre 40 y 70 años la han sufrido en algún momento. Pero si se trata de un problema que se repite a menudo entonces sí es conveniente abordarlo en la consulta, y no solamente para disfrutar de una buena salud sexual, si no porque puede ser un signo de otro problema de salud que debamos abordar.
¿Cómo me lo diagnostican en la consulta?
Para el diagnóstico de la disfunción eréctil no se le pide al paciente que trate de tener una erección. Puede hacerse un examen físico en busca de malformaciones u otras anomalías y un análisis de sangre, pero también se le pedirá al paciente que cumplimente el cuestionario IIEF-5 (International Index of Erectile Function). Este documento se centra en cuestiones como el número de erecciones logradas, el deseo o la satisfacción sexual en el último mes.
También se puede emplear la escala EHS, que puntúa la dureza del pene en erección y evalúa la calidad de la misma. Para ello se le muestra al paciente en la consulta un simulador con unas barras que presentan diferente dureza según el grado, y pueda así señalar cuál es su caso.
Ojo a los factores de riesgo
El aumento de las probabilidades de sufrir disfunción eréctil a menudo va de la mano del envejecimiento, pero existen factores que pueden contribuir a la aparición de este problema más allá de cumplir años. Algunos de ellos son enfermedades como la diabetes o los problemas cardiacos, el consumo de tabaco, la obesidad o el consumo de alcohol y drogas.