«No debería ser necesaria una preparación para la vuelta al cole»

¿Qué significa exactamente 'hacer las cosas bien'?

Es fundamental mantener una estructura mínima, un orden básico. Esto no significa despertarse a la misma hora del verano o hacer las mismas cosas, pero sí respetar un determinado orden. Por ejemplo, después de despertarse, desayunar, ir a la ducha, ordenar las cosas de casa y preparar lo necesario para las actividades que estén previstas, etc.

¿Es mejor ir hablándole ya de que se acaban las vacaciones y empieza el cole, o esto es generarle ansiedad y es mejor dejarlo para los días de antes?

Con esto volvemos a caer en un error de concepto. No deberíamos asumir que la asistencia al colegio es algo estresante para nuestros hijos. Y si lo es, es que hay un problema, en el colegio, en el chico, o en casa.

Para un niño es fundamental mantener una rutina y una estructura organizativa dentro de su pequeña cabeza. Es algo que ayuda a sus sistema nervioso a establecer una sensación de control y estabilidad.

Mi hijo Mateo tiene 5 años y desde que acabó las clases le hemos estado indicando los tiempos que van a venir, las cosas que vamos a hacer, dónde vamos a ir y cuándo habrá que volver al cole. Es evidente que los más mayores, que presentan también una mayor demanda académica, puedan sentir un cierto rechazo a la vuelta de las vacaciones, pero si todo funciona bien, esto no debería ser un factor de estrés significativo.

¿Qué hacemos como padres si al mencionarlo le vemos nervioso y sin ganas de rutinas?

Lo más importante es ser conscientes de qué podríamos haber hecho para evitar llegar a este punto, pero también hay que plantearse si hay algún problema que esté dificultando el apego del niño a la escuela.

Los problemas de aprendizaje, conducta y relaciones sociales son muy frecuentes a las diferentes edades y la detección de conductas desajustadas debería hacernos tener al menos cierta sospecha al respecto.

¿Cuántos días antes hay que empezar con rutinas de sueño para que se acueste y se levante antes?

Si hemos hecho las cosas bien, con organizarlo durante la última semana de las vacaciones y hacerlo progresivamente, debería ser más que suficiente. No sólo cuadrando las horas de sueño, sino también la alimentación y la actividad física, para que todo se oriente de la forma correcta.

¿Qué consejos daría como experto para lograr una transición lo más tranquila y gradual posible?

Lo primero, la naturalidad. Segundo, quitarle dramatismo a la situación. Evitar quejas por la vuelta al trabajo de los propios padres por ejemplo. Tercero, buscar y resaltar los aspectos positivos como pueden ser los amigos, las extraescolares o cualquier cosa que se puede relacionar con un aspecto positivo.

Días antes de empezar el colegio: ¿Cómo afrontarlo para que los nervios no nos angustien a grandes y pequeños?

Simple. Si todo lo previo lo hemos hecho bien, el primer día de vuelta a las clases debería ir como la seda. Si a los más pequeños se les complica porque el tiempo que han pasado con los padres durante las vacaciones a hecho alcanzar un punto de apego muy elevado, puede que los llantos hagan acto de presencia, pero siempre, siempre, hay que llevarlos y dejarlos en el colegio con la mayor de las sonrisas. Eso sí, nada de llegar al cole, abrir la puerta del coche y soltarlo. Deja el coche un poco alejado, ve dando un paseo con él, aprovecha el camino previo y aprovecha este último tramo para tener una conversación relajada y distendida. Muéstrate alegre por la vuelta al cole, mantén contacto físico para transmitir seguridad y dale un abrazo muy fuerte diciéndole que se lo pase muy bien y que luego te cuente todo lo que haya hecho. ¡Éxito asegurado!