Iberaval estrena nueva sede en Palencia para ser «más accesible» a las empresas
Supera los 3.000 socios en la provincia con 1.200 operaciones en activo
Unas cifras abrumadoras que, unidas a un turismo en expansión tras las restricciones de la pandemia que obligaron a bajar la persiana de un día para otro para preservar la salud ante los estragos del Covid-19, hacen vaticinar que el sector hostelero seguirá avanzando. Lo hará gracias a la apuesta por un proyecto empresarial de una persona o grupo que deciden lanzarse a la aventura de emprender o expandir su negocio. Historias en muchos casos de superación, de lucha incluso contra los elementos sobrevenidos en los que al apoyo financiero resulta clave para hacer realidad sus sueños. Los de José Manuel Renedo, en Valladolid; Carlos Muriel, en Soria, o Rocío Ruiz, en Segovia. Tres figuras clave del sector hostelero, hotelero y turístico en sus provincias que además coinciden en resaltar la importancia del apoyo financiero que han encontrado en la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) Iberaval en momentos críticos de los que, además, ha salido fortalecidos y con la ilusión de seguir creciendo y aportando a través de sus negocios.
1
Rocío Ruiz (Gastronomía José María y Zibá. en Segovia)
Corría enero de 2020, el año arrancaba con muchas ilusiones, proyectos sobre la mesa y ni por asomo imaginar que un desconocido coronavirus iba a irrumpir y hacer tambalear todo. En la familia habían decidido invertir sus ahorros en lugar de recurrir a deuda bancaria para abrir un macroproyecto hostelero en su Segovia natal: Gastronomía José María y el proyecto Zibá. En ello estaban cuando llegó el Covid-19, así que acudir a financiación fue obligado para mantenerse a flote. En ese momento, recuerda Rocío Ruiz, al frente de ambos proyectos hosteleros, Iberaval fue «fundamental» en esa fase de fuertes inversiones. «Yo llevo 25 años en la empresa familiar y nunca había visto deuda hasta ese momento en el que tuvimos que afrontarla para salir adelante», señala Rocío Ruiz, quien apunta que gracias al respaldo de la sociedad de garantía recíproca pudieron continuar con sus proyectos, pese a los «desafíos inesperados». «Gracias a entidades como Iberaval pudimos seguir creciendo y enfrentando problemas que no habíamos previsto», asegura. Con ese impulso, Grastronomía José María no sólo ha recuperado terreno, sino que está superando las cifras récord de 2019, gracias al impulso de un «notable incremento» en el turismo y a la demanda de eventos empresariales y sociales, que se han «reactivado» tras el parón del Covid. «Las perspectivas son buenísimas para este verano», apunta Rocío Ruiz, a la vez que destaca el enclave en el que están. «Segovia está llena de visitantes a diario, de lunes a domingo la ciudad está a tope, pero ese público no es el que llega a Zibá», un espacio a la salida de la ciudad, pero que desde que echó a andar hace nueve meses «ya ha albergado destacados eventos». «Es cierto que tenemos la estación del AVE a cinco minutos, y el tren nos lleva a Madrid en 25», apunta su responsable. Y aunque la evolución y previsiones son buenas, Rocío Ruiz aboga por una mayor cooperación de las administraciones. En este sentido, lamenta que «en los últimos tiempos se nos asfixia con los impuestos que se nos están poniendo, con las subidas salariales y de material, así como los costes energéticos». De hecho, recalca, «el margen de beneficio de 2019 con respecto al que tenemos en este momento ha disminuido mucho». Por no hablar, añade, de las licencias y trámites administrativos que «retrasaron» la apertura de Zibá.
2
José Manuel Renedo (Grupo Hotelero Liverpool de Valladolid)
Han pasado ya más de cuatro años y José Manuel Renedo todavía recuerda ese momento en el que «de un día para otro se cerraban los locales». Eran los tiempos del Covid-19, de una pandemia que pasó, pero de la que en el sector hostelero todavía sufren las secuelas de esos cierres obligados, esas cajas a cero, pero facturas que pagar. Y ahí, Renedo, copropietario del grupo hostelero Liverpool de Valladolid -primer compendio hostelero que se creó a orillas del Pisuerga-, valora el papel crucial de Iberaval. «Nos apoyaron en los momentos más complicados», subraya, a la vez que destaca que sin ese respaldo financiero de la sociedad de garantía recíproca y de otros instrumentos como los créditos ICO muchos negocios no habría sobrevivido a la crisis. Eso sí, puntualiza, «es ahora cuando estamos pagando aquellos apoyos». La parte buena, añade, que «tenemos la fortuna de que estamos trabajando fuerte». Tanto, que desde aquellos duros momentos «hemos abierto cuatro negocios», entre los que han asumido Bohío, que cambió su gerencia en abril, «y constituye otra aventura empresarial de calado», destaca. En este tiempo, apunta el empresario hostelero, ha estado Iberaval, pues si la sociedad de garantía recíproca brindó su apoyo en tiempos de emergencia, ha continuado como socio en las inversiones posteriores. Algo, ensalza Renedo, que ha permitido la expansión y consolidación de nuevos locales pertenecientes al mismo grupo. Y abrirse a más actividades dentro del sector hostelero, desde el ocio nocturno a cafeterías o gastrobares. En este sentido resalta el «boom» que los restaurantes y bares están experimentando en Valladolid, especialmente en el centro de la ciudad, y con unas expectativas para el turismo «muy altas» como refleja la ocupación de terrazas y la demanda de restaurantes en el entorno de la Plaza Mayor y la zona de la Catedral. Con cambios, precisa, también en las formas de consumo: «El tardeo, que es una tendencia, poco a poco va afectando al ocio nocturno», sector sobre el que también pesan unos controles «cada vez más estrictos». Eso sí, a las optimistas perspectivas, pone un 'pero': los barrios, en los que también esta presente el Grupo Liverpool, para los que pide a las administraciones que «los cuiden».
3
Carlos Muriel (Finca San Marcos y Noctis Hotel, en Soria)
Con espacio para bodas, encuentros corporativos y celebraciones, Finca San Marcos, en Soria, era en julio de 2021 el debut en la hostelería de Carlos Muriel. El año pasado sumaba el proyecto hotelero Noctis, catorce habitaciones en plena naturaleza, dirigidas al «turismo experiencial y de parejas» y que cuenta, apunta, con «las dos mejores burbujas de alojamiento de toda España, dado que ofrecen una sensación de intimidad absoluta». Dos iniciativas que no sólo comparten a Carlos Muriel como administrador. Iberaval también ha sido un «aliado» en la diversificación del negocio. «Sin esa contribución, muchas de las inversiones para adaptar y expandir el proyecto no habrían sido posibles», señala su responsable, quien también valora la «agilidad, celeridad en las operaciones, así como el trato recibido y la criba que me ayudaron a hacer». «Gracias a la sociedad de garantía he podido enfocar adecuadamente mis inversiones y contar con una estructura financiera viable», recalca de esa aventura emprendedora de la que además puede presumir de la «importante cuota de ocupación» que presentan ambos negocios, con una media de 25 bodas al año y usuarios de Zaragoza, Burgos, Valladolid, La Rioja, Pamplona, Bilbao, San Sebastián y Madrid y cada vez más público extranjero.Pero Carlos Muriel no se conforma, y este innovador ecosistema, desarrollado con Alba Ledesma, ya tiene fechas marcadas en el calendario para la ampliación: en 2025, un hotel urbano y automatizado en pleno centro de Logroño, y otro más en la inmediaciones de Madrid. Muriel también destaca la contribución del negocio hotelero y turístico para recuperar patrimonio, convencido de las posibilidades del mundo rural y de la aportación que hacen a su economía. Ellos adquirieron 20 hectáreas en las cercanías de Soria en 2019 y su sueño se comenzó a gestar: «Con nuestro proyecto hemos revivido un espacio que estaba absolutamente abandonado, que ya era ruinoso». Y, ahí, resalta, con «aliados indiscutibles en la financiación» como Iberaval.