Qué es el edadismo y por qué es probable que tengas la edad que tengas, hayas caído en la trampa
En 2050 la mitad de la población tendrá más de 50 años
El Observatorio se afana en discernir que el aislamiento social o falta sustancial de contactos sociales puede medirse de una manera objetiva, mientras que la soledad no deseada, esa que se encuentran miles de personas sin buscarla, es una sensación totalmente subjetiva. Dice también que es un problema silencioso, como la luz, que penetra en los hogares de miles de personas en España: una de cada cinco (adultas) concretamente, según destaca el director del estudio, Raúl Ruiz. Lo sufren más las mujeres que los hombres: un 21,8% frente al 18%. Y los jóvenes más que los mayores. Entre los 18 y los 24 años, la prevalencia es del 34%.
En el acto de hoy se ha presentado el último estudio realizado por Fundación ONCE y Fundación AXA. Desde 2015 no se había actualizado este barómetro, por lo que media una pandemia y sus efectos nefastos sobre la soledad de las personas. El trabajo constata que el 13,5% de los españoles sufren soledad crónica, que es un fenómeno de larga duración, cuando se arrastra el problema durante dos o más años. Esta soledad crónica afecta más a las mujeres que a los hombres, y sorprendentemente, está extendida también entre la juventud. Para los autores del informe, no obstante, «es un problema reversible que tiene solución», aunque el trabajo también constata que las administraciones públicas desdeñan aportar remedios e iniciativas contra esta cuestión. A la presentación del estudio ha asistido el ministro de derechos Sociales, Pablo Bustinduy, quien ha insistido en la necesidad de «crear y afianzar redes de apoyo» contra la soledad no deseada, sin «generar un estigma«.
«Las políticas públicas deben desarrollarse a partir de conocimiento fiable, de conocimiento contrastado», ha abundado. «Cuatro de cada cinco personas en nuestro país asocian la soledad no deseada con un problema invisible y a dos de cada tres les gustaría poder hacer algo más para combatir este fenómeno con las personas de su entorno», ha citado con cifras de otro estudio de 2022. El ministro ha admitido la importancia de «combatir la soledad no deseada y, a la vez, ser capaces de poner en valor el tiempo que dedicamos al recogimiento o al disfrute en solitario», que propicia en buenas condiciones la creatividad y la reflexión, entre otras cosas.
Con todos los datos obtenidos, el barómetro concluye que el aislamiento involuntario de miles de personas es un «problema persistente» dentro de los porcentajes citados: dos de cada tres confiesan llevar solos más de dos años y un 59%, más de tres.
Por supuesto, también entre los 2.900 entrevistados había muchas personas que no se encontraban solas en este momento, y de ese 80% de la población, el 63% confesaba que sí han experimentado ese sentimiento en alguna etapa de su vida.
Hay múltiples factores, señala el análisis, que disparan encontrarse tan solo: vivir con un problema de salud mental, en 2,4 veces; tres veces más si la salud no acompaña y es mala, muy mala o regular; y por último, la prevalencia de la soledad es 30 puntos superior entre las personas con alguna discapacidad.
Entre las variantes que agudizan el sentimiento de soledad se encuentra también vivir en núcleos urbanos, ser de origen extranjero, no tener empleo especialmente entre los 30 y los 54 años, un nivel educativo menor y tener dificultades económicas. Afirma el estudio que disponer de una capacidad económica u otra determina en gran medida la soledad no deseada: de hecho, es el doble cuando se llega con dificultad a final de mes.