Rusia y Ucrania intercambian prisioneros mientras siguen robándose territorios

Ucrania celebra su 33° Día de independencia de la Unión Soviética en medio de una guerra cuyo final no se vislumbra, pero sí las grietas de las fronteras rusas que Moscú creía sagradas. Rusia quería "destruir" Ucrania, pero la guerra ha "regresado a su casa", dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un discurso en video por el día de la independencia. Para darle más simbolismo, estaba grabado en la zona fronteriza desde donde Ucrania lanzó su incursión sorpresa en Kursk. Poco después de su discurso se conocía que Moscú y Kiev volvían a intercambiar prisioneros de guerra, el primer canje en esta nueva fase del conflicto: 115 combatientes de cada lado vuelven a casa.

Mientras, las fuerzas ucranianas se siguen adentrando en la región rusa de Kursk, y Moscú continúa logrando avances en áreas orientales de Ucrania.

"Quien quiera sembrar el mal en nuestra tierra cosechará sus frutos en su territorio", afirmó Zelenski. "Esto no es una predicción, ni un alarde, ni una venganza ciega. Es justicia". Para alcanzarla, el líder ucraniano ha pedido al presidente de EEUU que siga adelante el flujo de armas y municiones. Joe Biden y Volodimir Zelenski hablaron por teléfono horas antes mientras Ucrania se preparaba para celebrar su día de la independencia. El presidente de Estados Unidos le ha prometido otros 125 millones de dólares en ayuda militar para Kiev.



Canje de presos


Mientras se roban territorio, Rusia y Ucrania han intercambiado prisioneros de guerra, informó el Ministerio de Defensa ruso. El departamento informó que 115 militares rusos que fueron capturados en la región de Kursk regresaron a Rusia. A su vez, 115 militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron trasladados a Ucrania, según afirma Moscú. El intercambio se produjo gracias a la mediación de los Emiratos Árabes Unidos, informó el Ministerio de Defensa ruso.

Es el primer intercambio de prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania desde que las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron una ofensiva en la región de Kursk a principios de agosto. Desde los primeros días de la operación ucraniana, decenas de soldados rusos (cientos, según Ucrania) fueron capturados. Entre ellos hay reclutas sin apenas preparación.

Estos días el ejército ucraniano ha utilizado bombas planeadoras estadounidenses de alta precisión para atacar la región rusa de Kursk y ha recuperado parte del territorio en la región de Járkiv, en el este del país.


Kiev, desafiante


El viernes, el primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo a Zelenski que está listo para ayudar en un acuerdo de paz. Pero el líder ucraniano insiste en que su país necesita el suministro de armas de los paquetes anunciados, sobre todo sistemas de defensa aérea extra para la protección de ciudades e infraestructura crítica.

El líder ucraniano ha vuelto a mostrarse desafiante. Zelenski calificó al presidente ruso, Vladimir Putin, de "viejo enfermo de la Plaza Roja que amenaza constantemente a todo el mundo con el botón rojo".

Ucrania está como nación cada vez más distanciada de todo lo ruso. Zelenski ha firmado la ley que prohíbe instituciones religiosas vinculadas a Moscú, vetando así las actividades de una rama de la Iglesia Ortodoxa vinculada a Rusia por su complicidad en la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.