La situación en Extremadura y Aragón acerca el adelanto electoral

El calendario ahora apremia y en los próximos días las cartas tendrán que ponerse encima de la mesa. Como ya avanzó ABC, tanto Extremadura como Aragón sopesan desde hace semanas adelantar los comicios al próximo año, cuando están previstos los de Castilla y León y Andalucía.

Fuentes de Génova, por su parte, aseguran que la decisión será «exclusiva» de los presidentes regionales, pero avanzan ya que «no tienen miedo a las urnas» si este extremo se produce. Alberto Núñez Feijóo está en contacto permanente con los dos territorios y, según confirman en su entorno más cercano, entiende las dificultades de seguir gobernando sin un proyecto presupuestario actualizado.

No solo eso: la dirección nacional del PP está siendo inflexible en su oposición al Gobierno de Pedro Sánchez por no tener Presupuestos Generales por tercer año consecutivo, hasta el punto de que ha dado el primer paso para ir al Tribunal Constitucional. En el entorno de Feijóo exhiben «la diferencia» de comportamiento entre sus presidentes autonómicos y Sánchez, recalcando que en el caso de las comunidades autónomas populares «están haciendo todo lo que está en su mano» para tener cuentas públicas. «Al menos, las presentan», zanjan.

En Extremadura habrá novedades pronto. Este jueves termina el plazo para presentar enmiendas a la totalidad y, salvo sorpresa mayúscula, PSOE y Vox presentarán las suyas. Podemos ha confirmado que sí la presentará. El debate y la votación de todas ellas tendrán lugar el martes que viene. Y ahí llega la primera prueba de fuego. Para que los Presupuestos no tengan recorrido posible tendrían que aprobarse esas enmiendas por mayoría. Podría ocurrir –ya pasó el ejercicio pasado– que no salieran adelante y que después, en el trámite de enmiendas parciales, las cuentas públicas de Guardiola quedaran tumbadas.

En el Gobierno autonómico recalcan «la necesidad» de sacar los presupuestos del año que viene y mantienen su mano tendida al PSOE, a los que interpelan para poner en marcha una propuesta de «justicia tributaria» en el IRPF, que tendría un impacto de 8 millones de euros. En Vox hace tiempo que el PP extremeño dejó de tener ninguna esperanza. En la cúpula de Santiago Abascal no esconden, además, su nula sintonía con Guardiola. Además, la presidenta regional se someterá este jueves a una sesión de control donde podría anticipar sus próximas intenciones. Ya dejó claro, tras publicar ABC la posibilidad del adelanto, que si no había presupuestos propondría unas nuevas elecciones.

Aragón espera a Montero

En Aragón los tiempos son distintos, pero el destino se parece mucho al de Extremadura. Fuentes cercanas al presidente Jorge Azcón confirman que su intención es presentar los Presupuestos en las Cortes aragonesas. «Nosotros vamos a cumplir y vamos a hacer las cosas bien» remarcan en su núcleo duro, a la espera de que la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera que prometió «para dentro de unos días». Los cálculos del PP es que se celebrará la próxima semana o a la siguiente. En esa reunión Montero deberá fijar la senda de estabilidad –que establece los objetivos de déficit y deuda para las comunidades autónomas– y, a partir de ahí, el Gobierno aragonés planteará su proyecto de cuentas públicas.

En las últimas horas la tensión entre PP y Vox no ha hecho más que aumentar, dando la sensación de que la negociación presupuestaria saltaba por los aires. El partido de Abascal es muy crítico con el PP por haber forzado el cese de uno de sus asesores del grupo parlamentario, Marcos Francoy, al que le encontraron mensajes abiertamente racistas en sus redes sociales. «O abandona las Cortes de Aragón o nosotros no vamos a volver hablar con gente de Vox. Yo no voy a llamar al portavoz de Vox mientras ese señor siga estando en el grupo parlamentario», llegó a decir el presidente aragonés. Horas después se confirmaba la destitución, acompañada, eso sí, de una sugerencia para los populares: que negociaran las próximas cuentas públicas de la autonomía con quien estuviera dispuesto «a aceptar órdagos oportunistas y mezquinos».

Para el PP de Aragón se trata de una «excusa más», poniendo en duda que si no hubiera ocurrido este episodio «habría surgido otra cosa» para provocar la ruptura. Los populares denuncian la falta de responsabilidad de Vox, a los que acusan «de no pensar en el interés general» y estar pendiente de su auge en las encuestas nacionales. En el círculo de confianza de Azcón se preguntan cómo se puede condicionar el presupuesto de una comunidad al cese de un asesor que el propio Vox consideró que debía destituir.

Lo que está claro es que Azcón, igual que ha hecho antes Guardiola e incluso Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León–que celebrará sus elecciones a mediados de marzo, pero que también ha presentado sus cuentas públicas esta semana en las Cortes, y PSOE y Vox se las tumbaron– quiere retratar a sus rivales políticos antes de tomar una decisión sobre el adelanto electoral. Por eso es fundamental, insisten, que Montero establezca la senda de estabilidad. A partir de ahí el reloj echa a andar.

Moncloa pretende aprobar su techo de gasto en el mes de noviembre en Consejo de Ministros. Antes tendría que celebrarse la reunión con las autonomías. En el PP insisten en no adelantar acontecimientos pero vuelven a repetir que en ninguno de los dos casos temen una convocatoria electoral antes de tiempo señalando el estado de sus rivales en ambas: «Gallardo, procesado por el caso del hermano de Sánchez en Extremadura y Pilar Alegría teniéndose que ir corriendo a Aragón», dicen sobre el PSOE. «Vox volviendo a dejar claro para qué está e n política. Solo para ir en contra del PP», rematan apuntando a Abascal.