De esta forma constituyeron dos asociaciones civiles, presididas ambas por la exabadesa, Laura García de Viedma Serrano, a las que según consta en los estatutos, a los que ha tenido acceso ABC, se realizaba el «traslado de la entidad religiosa, inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, sin disolución de la misma, por transformación, al Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior».
Añaden también que las nuevas asociaciones tendrán «personalidad jurídica propia e independiente con plena capacidad jurídica y de obrar para el cumplimiento de sus fines, sin otras limitaciones que las establecidas legal o estatutariamente». Y destacan, por si quedara alguna duda de su verdadera intención de que dispondrán «de autonomía económico-administrativa en orden a su actividad funcional y de su propio patrimonio».
Lo curioso es que las asociaciones, en un intento de mostrar su ruptura total con lo religioso afirman tener una «naturaleza privada, con fines culturales, sin ánimo de lucro; así como el carácter profesional y cultural de sus actividades, las cuales serán lo más amplias posibles dentro del marco legal que institucionalmente le permita el ordenamiento jurídico al respecto». Es por esa razón por la que piden el cambio al «Registro General de Asociaciones del Ministerio del Interior», desde el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, en el que, legalmente, les corresponde aparecer inscritas.
Son muy significativas las fechas de constitución de las dos asociaciones. La primera que se crea es la de Derio, con una reunión en Orduña el 8 de mayo de 2024. Se trata del día siguiente al haber sido convocadas ante notario por la comunidad de Vitoria para rescindir el contrato de compraventa del monasterio de Orduña, después de un impago acumulado de más de dos años. La hoy exabadesa, se presentó en la reunión, con una reclamación judicial demás de un millón seiscientos mil euros, en concepto de las reparaciones que habían realizado en el monasterio, más los daños y perjuicios.
Desplazadas hasta Vitoria, parece lógico que la constitución de la asociación de Derio se realice en el monasterio de Orduña, en el que ya residían las monjas desde octubre de 2020. De hecho, el monasterio de Orduña nunca ha estado inscrito en el Registro de Entidades Religiosas y su figura jurídica para operar siempre ha sido la de la comunidad de clarisas de Derio. Ese mismo día, el 8 de mayo, es cuando la entonces abadesa dirige también una carta al obispo excomulgado Pablo Rojas, ahora expulsado de Belorado, para solicitarle que asuma la dirección espiritual de la comunidad de religiosas.
La fecha de constitución de la entidad de Belorado es ligeramente posterior, el 18 de mayo, cinco días después de anunciar el cisma y poco después de que sor Amparo, la única religiosa que plantó cara al obispo excomulgado, abandonara el convento. Según su relato, nunca se había hablado sobre la opción de romper con la Iglesia católica en la comunidad de clarisas, hasta que el 12 de mayo se presentó en Belorado el «fantoche» de Rojas y fueron reunidas todas las monjas en el locutorio. Por su parte, la exabadesa afirmaba que era una cuestión que se llevaba años estudiando en el convento por parte de todas las religiosas, pero el hecho de que esperaran a que saliera sor Amparo, pone en evidencia su versión.