Alegría vuelve a negar que conociera una juerga de Ábalos en el Parador de Teruel y acusa a la oposición de inventárselo

La ministra, que en el momento de producirse supuestamente los hechos era delegada del Gobierno en Aragón, justo un año antes de recalar en el Consejo de Ministros en el verano de 2021, ha relatado a preguntas de los senadores de la oposición que esa noche llegó tarde al Parador, cerca de la medianoche y que cenó al aire libre en varias mesas (pesaban aún las restricciones a la hostelería fruto de la pandemia) con gente de su equipo, del ministerio de Transportes, incluida la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera y con el ínclito Koldo García. Pero no con Ábalos. Que su habitación era la 208 y que por tanto estaba alojada en la segunda planta, al igual que su jefe de gabinete y su jefa de prensa, mientras que Ábalos lo hacía en una suite en la primera planta. Que algo antes de las ocho de la mañana bajó a la recepción, que abonó su habitación y que luego se sentó en una mesa de desayuno con Ábalos y con el entonces presidente de Aragón Javier Lambán, y que allí les dejó a ambos para llegar antes a un acto institucional en el que participaban los tres. Que la conversación entre Ábalos y Lambán fue cordial. Y que en ningún momento supo, vio o intuyó que allí se hubiese celebrado ninguna juerga. «Cómo voy a escuchar algún ruido o algún destrozo, si como dijo el director del Parador no se produjeron. Es muy difícil enterarse de cosas que no suceden», ha señalado a preguntas de la senadora del Partido Popular (PP) Rocío Divar.

Alegría, con cierta sorna, ha asegurado que si eso hubiera sido así, en una población como la turolense de poco más de treinta mil habitantes, se hubiese enterado todo el mundo. «Yo no sé quién tiene el superpoder de saber lo que ocurre en cualquier habitación, de cualquier hotel, de puertas hacia dentro», ha señalado igualmente la ministra, que ironizando ha dicho que «entiendo el caos, porque ya hemos hablado de un montón de paradores, esto es como las empanadillas de Móstoles», ha exclamado aludiendo al célebre sketch de Martes y 13.

De manera menos jocosa, Alegría ha asegurado que en su etapa de delegada del Gobierno recibía partes policiales diarios, y que en ningún caso ninguno de ellos aludió a la supuesta juerga protagonizada por el exministro y el ex número 3 del PSOE. Igualmente, ha asegurado que «jamás» habló con autoridad policial o institucional alguna sobre lo sucedido aquella noche y que de ningún modo ocultó o colaboró en tapar informes o partes policiales sobre el supuesto incidente. «Rotundamente no», ha respondido a la senadora popular por Zaragoza. Es más, la ministra ha afirmado que presentaría su dimisión si se llegara a demostrar lo contrario.

Igualmente, ha negado haber sabido nada de la participación de prostitutas en esa supuesta juerga. Como ya hizo hace semanas, ha denunciado una campaña de insultos machistas en su contra en las redes sociales, con perfiles anónimos o bots, como ella ha precisado, insinuando que la derecha está detrás de los mismos.