La idea es evitar a toda costa el contacto entre aves migratorias y las aves de cría para frenar la propagación del virus, que desde el mes de julio ha generado 14 focos en explotaciones avícolas del país, la mitad de ellos en Castilla y León, además de 53 en aves silvestres y 5 en cautivas.
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Por ello, la orden ministerial, publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado, extiende el confinamiento a todas las granjas avícolas de España, incluidas las explotaciones ecológicas y las de autoconsumo o las que produzcan carne o huevos para su venta directa al consumidor.
Además, el Ministerio añade la prohibición de criar patos y gansos con otras especies de aves de corral y mantiene medidas especiales de prevención respecto a los depósitos de agua, que pueden servir de foco de propagación de la enfermedad. También prohíbe la presencia de aves de corral u otro tipo de aves cautivas en los centros de concentración de animales, incluidos los certámenes los certámenes ganaderos, muestras, exhibiciones y celebraciones culturales, así como cualquier concentración de aves de corral u otro tipo de aves cautivas.
Agricultura considera que el riesgo de propagación ha crecido tras evaluar factores como el número de focos notificados en Europa, los puntos en los que se localizan y los movimientos de aves silvestres desde zonas de riesgo en el continente. En España se ha constatado una abundancia de aves migratorias en zonas de humedales, habitual en esta época del año. Además, el descenso de las temperaturas es un factor que facilita la supervivencia del virus.