Scholz viaja a Kiev tras dos años y medio de ausencia con un nuevo paquete de ayuda militar
Casi tres años después del inicio del estallido de la guerra en Ucrania, pero a solo tres meses de las elecciones generales en Alemania, el canciller Olaf Scholz y candidato socialdemócrata a la reelección, ha realizado una visita sorpresa Kiev. La misma ha provocado críticas por la supuesta instrumentalización electoral del viaje. En el mismo, ha lanzado un mensaje de solidaridad al pueblo ucraniano y una nueva ayuda en equipamiento militar por valor 650 millones de euros.
"Desde hace más de 1.000 días, Ucrania se defiende heroicamente contra la despiadada guerra de agresión rusa", declaró Scholz a su llegada. "Ucrania puede confiar en Alemania: decimos lo que haremos. Y hacemos lo que decimos", añadió el canciller antes de su encuentro con el presidente Volodimir Zelenski.
Se trata de la segunda visita del canciller a Kiev desde el estallido de la guerra en Ucrania en febrero de 2022. La primera vez viajó junto con el presidente francés Emmanuel Macron y el entonces primer ministro italiano Mario Draghi. Los tres allanaron el camino para que Ucrania se convirtiera en candidata a la adhesión a la UE.
La nueva ayuda militar que Scholz anunciará a Zelenski no incluye los misiles de largo alcance Taurus, entrega a la que el canciller se niega por temor a una escalada del conflicto y para impedir una participación directa de Alemania, ya que para ese sistema sería necesaria la presencia de especialistas alemanes en el terreno. Pero responderá positivamente a la premura con la que Ucrania necesita armas, dado que la fecha de entrega prevista será diciembre.
Alemania se suma así a los esfuerzos del presidente estadounidense Joe Biden de impedir el colapso del frágil frente ucraniano durante su mandato, aumentando por ello el suministro de armas y permitiendo el uso de sus misiles contra objetivos militares en territorio ruso. Y eso en un contexto en el que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se propone poner fin a la guerra en Ucrania en un plazo de 24 horas.
En Kiev y en los demás estados de la OTAN se teme que el líder del Kremlin, Vladimir Putin, y Trump puedan forjar un acuerdo por encima de Ucrania, lo que sería a costa de este país. Por ejemplo, haciendo que Ucrania tenga que ceder a Moscú los territorios ocupados por Rusia. Por lo tanto, es probable que la reunión entre Scholz y Zelenski trate también sobre posibles negociaciones de paz. El propio Scholz también había planteado recientemente la posibilidad de conversaciones de paz con la participación de Rusia.
A mediados de noviembre, Scholz habló por teléfono con Putin por primera vez en dos años, lo que le valió muchas críticas por parte de Polonia y muy especialmente de Zelenski. El ucraniano le acusó de estar abriendo "la caja de Pandora" con su llamada telefónica.
El viaje de Scholz a Ucrania se produce en un momento delicado. Tras la ruptura de la coalición de Gobierno con los liberales y los verdes, el canciller se enfrentará a un voto de confianza en el Bundestag el 11 de diciembre, cuestión que se votará el día16. Habrá elecciones anticipadas el 23 de febrero. La campaña electoral no ha comenzado oficialmente, pero los partidos ya están calentando motores y preparan sus programas y congresos. Para los analistas más avispados, el viaje de Scholz a Kiev es una forma de instrumentalizar la guerra en Ucrania con fines electorales. Al impulsar las conversaciones de paz y rechazar la entrega de armas, como el sistema de misiles de crucero Taurus, quiere ganarse a los votantes críticos con el apoyo a Ucrania. Según encuestas recientes, el apoyo a Ucrania se ha desmoronado entre la población alemana.
Scholz dice que es "vergonzoso" que le acusen de utilizar la guerra de Ucrania para la campaña electoral. Aunque sólo hable de la guerra, "se me acusa de instrumentalizar la guerra" dijo el canciller en la presentación de la campaña electoral del SPD el sábado. "Esta guerra en Europa es un problema, tanto si el canciller habla de ella como si no".