Baleares no descarta solicitar la contingencia migratoria ante la llegada incesante de inmigrantes a sus costas
El archipiélago, según los datos facilitados a las autonomías por parte del Ministerio de Juventud e Infancia, debería acoger 49 menores procedentes de los territorios anteriormente citados. Medio centenar de niños que deberían ser reubicados en unos centros que, según denuncian desde la administración autonómica, están «saturados». Pero ese no será el paso más inmediato, como si harán el resto de territorios con una presión migratoria extrema.
Fuentes del gabinete presidido por la popular Marga Prohens, consultadas este lunes por ABC, señalan que de momento la primera opción es pedir al Tribunal Supremo la suspensión cautelar del reparto que se aprobará este martes en Consejo de Ministros.
En el Gobierno balear aspiran a que los tribunales les den la razón y frenen la derivación de los 49 menores procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla, como pretende el Ejecutivo. Entre otras cuestiones, indican, por la indisponibilidad de camas para atenderlos a su llegada.
680 menores para 56 plazas autorizadas
El número de plazas autorizadas para acoger a niños y adolescentes en Baleares, en los distintos centros repartidos por las cuatro islas que conforman el archipiélago del mediterráneo, es de 56. Pero la realidad, a día de hoy, es muy distinta en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Unos datos que hacen que los centros de acogida de Baleares superen en más de un 1.000% su capacidad.
La Consejería de Asuntos Sociales tiene bajo su tutela en la actualidad a más de 680 menores que han llegado en patera al territorio insular a lo largo de los últimos meses. De estos, alrededor de unos 300 niños, los han tenido que incorporar al sistema de protección autonómica este mismo año, tras llegar a Baleares con este aumento de la ruta procedente de Argelia, la más activa en estos momentos.
Prohens pide ayuda
En Baleares recuerdan que la situación de su sistema de acogida está al límite. La culpa la tiene ese aumento considerable de las llegadas mediante la ruta argelina, que está provocando una arribo masivo de inmigrantes a su territorio como nunca antes se había visto. Un desembarco constante de personas, más de 4.700 en lo que va de año, de los cuales muchos son menores que pasan a estar bajo su tutela una vez llegan a puerto.
Por ese motivo, y tras saber que el Ministerio de Juventud e Infancia les obligaba a hacerse cargo de medio centenar de niños procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla, la presidenta del Govern, Marga Prohens, le trasladó hace unas semanas a Pedro Sánchez que su Administración no podía soportar más esta presión.
Lo hizo en el tradicional encuentro de verano que mantienen ambos mandatarios, durante la habitual visita de Sánchez al Rey en Marivent, en la sede de la presidencia balear, en el Consolat de Mar. Tras esa reunión la dirigente autonómica ya explicó que no iban a aceptar la «imposición» del reparto pactado entre el Gobierno y Junts, a espaldas del resto de autonomías.
Hace unos días, tras un agosto de goteo constante de cayucos en el archipiélago mediterráneo, con más de 1.500 llegadas en dos semanas, Prohens se vio obligada a comparecer de nuevo ante los medios de comunicación para denunciar que «aquí ya no les podemos acoger en condiciones de dignidad».
La presidenta autonómica advirtió también que, ante la falta de camas para albergar a estos niños en los lugares dispuestos para ello, «posiblemente nos veremos obligados a habilitar espacios en los que ningún menor debería vivir nunca». Por ese motivo, la presidenta criticó la «falta total de humanidad» del Gobierno de Sánchez, que por ahora sigue empeñado en obligar a Baleares a formar parte del reparto pese a su situación particular.