El abogado que prendió la mecha 'skinhead' en Madrid
La figura de Fernández Perdices está relacionada con la creación de Bases Autónomas, un grupúsculo muy violento que desató una oleada de agresiones de odio sin precedentes
Como tantos otros adolescentes en la época de esplendor de Bases Autónomas (BB.AA.), un grupúsculo surgido en los años ochenta como evolución de las Juventudes Nacional Revolucionarias (JNR), Borja comenzó a moverse entre radicales al cobijo de Skin Cubos (por la zona donde paraban sus miembros, la plaza de los Cubos), una violentísima sección vinculada entonces a Ultras Sur y dedicada a sembrar el terror en las calles madrileñas hasta el fin de su actividad en 1998. De hecho, algunos de sus miembros estuvieron involucrados en la muerte de Lucrecia Pérez, el que fuera calificado en España como el primer asesinato racista.
Tras ello, la vinculación de Borja con los citados Ultras Sur queda probada al menos hasta los primeros años de la década de los 2000. De hecho, en septiembre de 2004 fue detenido junto a otros integrantes destacados del grupo radical del Real Madrid por atacar a un joven en el distrito de Moncloa-Aravaca, a la salida de un bar de copas. Una agresión que llegaba solo meses después de que también le pusieran los grilletes por otro altercado en un vagón de Metro que llegaba a la estación de Santiago Bernabéu.
En aquella ocasión, el hoy malogrado insultó y amenazó en compañía de una decena de ultras a una mujer de raza negra, lo que motivó que dos pasajeros ajenos a ella salieran en su defensa. La turba de Borja la emprendió a patadas y uno de ellos llegó a estallar un vaso de cristal en la cabeza de los agredidos. Estos reconocieron a Borja Villacís como el cabecilla y la persona que habría asestado el golpe con el vaso causando a su víctima una brecha de 3 centímetros de largo. En las diligencias policiales se puso de manifiesto que el hermano Begoña Villacís tenía antecedentes por causar lesiones a varias personas en diferentes agresiones, actuando en grupos de skinheads. Finalmente, la Audiencia Provincial le condenó a seis meses de prisión como autor de dos delitos de lesiones.
Desde 2020, Borja Villacís estaba investigado en la operación Águila Frozen, que instruye el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, por delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales. En agosto de 2021, agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Grupo de Delitos Económicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid, junto a la Unidad Central Operativa del mismo Cuerpo, la Policía Autónoma Vasca y varias Policías Locales, arrestaron a 27 personas y se incautaron de armas de fuego, uniformes policiales, casi 240 kilogramos de cocaína de gran pureza, 43 inmuebles embargados, 121 vehículos bloqueados y 58 intervenidos y casi 700.000 euros intervenidos.