Dos sobrinas de una nonagenaria se enfrentan a prisión por gastar todos sus ahorros del banco>

La denunciante, que no sabe leer ni escribir y se encontraba en silla de ruedas, ha declarado ante el tribunal con ayuda de una profesional del SAVA porque tiene problemas de audición, que «es mentira que haya dado tres millones de las antiguas pesetas a una de sus sobrinas y otro tanto, unos 22.000 euros a la otra».

Según consta en la calificación del fiscal, las acusadas asumieron el cuidado de su tía, de manera que para procurar la atención de sus necesidades se les autorizó en una cuenta de la perjudicada para disponer del efectivo suficiente destinado a satisfacer los gastos que generaba en su vida diaria. De modo que las acusadas, abusando de su relación de confianza con la perjudicada, con ánimo de lucrarse de lo ajeno, entre 2007 y 2017, han ido distrayendo cantidades en el perjuicio de la perjudicada.

Concretamente, según ha declarado ante el tribunal otra de sus sobrinas que la cuida en la actualidad, su tía mantenía desde que murió su esposo en dos cuentas a plazo fijo 22.000 y 18.000 euros respectivamente mientras vivía con la pensión que recibía.

«Mi tía me llamó para que la acompañara al banco, al creer que pasaba algo, pero no tenía DNI porque se lo habían quitado las acusadas, aún así hablamos con el director de la sucursal y nos mostró las cuentas donde ya no quedaba nada«, ha declarado esta testigo a preguntas del fiscal.

Nervios y un préstamo al banco

«De ahí hablamos con una de las dos acusadas quien muy nerviosa al exigirle explicaciones dijo que había pedido un préstamo al banco, sin aclarar nada más, por lo que pusimos el asunto en manos del abogado«, ha declarado esta otra sobrina como testigo.

La Fiscalía considera que las dos acusadas cometieron un delito de administración desleal por lo que solicita para ellas tres años de prisión y una multa de 3.000 euros.