A la venta por 28 millones de euros la mansión en la Cara Delevingne vivió de niña>

Obra del famoso arquitecto Thomas Cubitt, este inmueble fue construido en 1838 para un ejecutivo de una empresa de construcción. En 1960 pasó a manos del magnate de los casinos John Aspinall, conocido por celebrar grandes fiestas en ella con personajes de la clase alta de la época, y allá por el año 2000, fue el promotor inmobiliario Charles Delevingne quien se hizo con la casa para establecerse junto a su mujer y sus hijas Chloe, y las conocidas modelos Poppy y Cara Delevingne.
Desde su construcción, esta elegante casa de época de doble fachada ha sido sometida a una extensa renovación y completada con un nivel excepcional de acabados y especificaciones de lujo, como un ascensor que da servicio a todas las plantas.



Con 507 metros de espacio habitable dividido en cinco plantas –incluido un sótano– dispone de cinco dormitorios y cuatro cuartos de baño. Además, entre las diferentes estancias que ofrece están un amplio salón-comedor con chimenea y una mesa de cristal con capacidad para diez comensales, varias salas de estar, una oficina, una sala de cine con sofás rojos, gimnasio, dos cocinas, una de ellas en el sótano, y una sala de vapor.
Por su parte, la suite principal ocupa toda la tercera planta y dispone de un amplio vestidor, zona de estar y baño con duchya y bañera junto a la ventana. Perfecta para organizar cenas con familia y amigos es su azotea, en la que hay una terraza ajardinada con una pequeña cocina, bar y zonas de comedor al aire libre.
La vivienda presenta suelos de mármol, techos altos, grandes ventanales que inundan de luz natural los interiores, lámparas de araña y una llamativa y peculiar decoración en la que predominan los motivos de inspiración asiática y los estampados y esculturas animales, obra de los propietarios actuales como homenaje a Aspinall, quien era también dueño de un zoo.