La entrada de la SEPI en Telefónica agrava la pugna de Estados y fondos
El anuncio de la entrada de la SEPI en Telefónica, con la compra de hasta un 10% del capital, para ser primer accionista, es el último capítulo de una oleada de cambios en el sector de las telecos, que está afectando a todas las grandes operadoras españolas, además de otros grupos europeos. De momento, se ha endurecido la pugna entre los Estados europeos, con presencia en las operadoras, y los fondos de inversión, que han aprovechado la caída del precio de las acciones de las telecos para tomar fuertes posiciones.
En España, las dos mayores compañías del sector, Telefónica y Orange, van a tener como principales accionistas a los Estados de España y Francia, respectivamente. El Estado galo posee un 13,4% del capital de Orange (junto con un 9,56% del banco público BPI France), con tres consejeros de un total de 14, dos directos y uno de BPI. Es decir, va a haber una competencia indirecta entre ambos Gobiernos en el sector de las telecomunicaciones.
Además, hay una tercera pata pública, porque Saudi Telecom Corporation (STC), que puede llegar al 9,9% de Telefónica, está controlada en un 64% por el fondo soberano de Arabia.
Orange va a afrontar en España, su segundo mercado en ingresos, la fusión con MásMóvil, pendiente de la decisión de la Comisión Europea. La operadora francesa va a compartir el capital con los fondos Cinven, Providence y KKR. Orange, que recibirá un dividendo superior a 4.000 millones de euros con la fusión, tiene opción para pasar a controlar la joint venture, basada en su vocación industrial a largo plazo para permanecer en España. En esta batalla, y por el lado inversor, Vodafone España va a pasar a manos de la gestora británica Zegona, en una transacción valorada en 5.000 millones de euros. La teleco va a pasar a manos de un grupo financiero que tiene como accionistas a distintos inversores. Digi, el principal challenger del mercado, está controlado por el magnate rumano Zoltán Teszári.
Además, con la entrada de la SEPI, el Estado español va a competir con el Estado alemán, dada la competencia entre Telefónica y Deutsche Telekom en el mercado germano, donde son dos de los principales operadores. Alemania posee un 13,8% de Deutsche Telekom (más otro 16% del instituto de crédito KfW), y al menos tres representantes en el consejo.
Europa
La pugna entre Estados y fondos ha tenido un capítulo destacado en Italia, tras el retorno público a Telecom Italia, dentro del proceso de venta de la red fija a KKR. En este caso, el Gobierno transalpino autorizó al banco público Cassa de Depositi e Prestiti (CDP), que ya es el segundo accionista de la teleco, con un 9,8% del capital, a invertir 2.200 millones de euros para llegar al 20% de la compañía tenedora de la red, junto a KKR.
En Reino Unido, sus grandes grupos, BT y Vodafone, han visto cómo en los últimos años dos grandes grupos inversores se convertían en los principales accionistas: Patrick Drahi, máximo accionista de Altice, tomó el 24,5% de BT, mientras que la teleco de Emiratos Árabes Unidos tomó el 14% de Vodafone.
Socios en Colombia
La entrada de la SEPI en Telefónica va a convertir al Estado español en socio del Estado colombiano en el mercado del país sudamericano. Y es que Colombia posee, a través de su Ministerio de Hacienda y Crédito Público, un 32,5% del capital de ColTel, la filial en el país de Telefónica, que posee un 67,5% de las acciones.
El Gobierno colombiano, precisamente, llevó a cabo ayer la subasta del espectro radioeléctrico para el móvil 5G, con el objetivo de captar casi 770 millones de euros. En la licitación han participado Unión Temporal Colombia Móvil-Telefónica (Movistar y Tigo); Comunicación Celular Comcel (Claro); la brasileña Telecall Colombia, y Partners Colombia (WOM). Al cierre de esta edición no se habían hecho públicos los resultados de la subasta.
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