El 90,7% de las mujeres con trastornos alimentarios piden «no asociar el éxito con el peso o la apariencia física»

El estudio 'Mujeres jóvenes y trastornos de conducta alimentaria. Impacto de los roles y estereotipos de género' recoge que el 87,6% de las más de las 600 encuestadas considera necesaria la representación de las mujeres con diversidad corporal, y más del 82% subraya la importancia de no hablar del cuerpo ni del aspecto físico de las mujeres y la necesidad de desvincular la salud del peso.

El estudio, realizado por la psicóloga y profesora universitaria María Calado Otero, «trata de visibilizar las experiencias de discriminación y violencias corporales que padecen y despertar autoconciencia ante las situaciones de desventaja vinculadas a la imagen corporal de las mujeres», según explicó el Instituto de las Mujeres.

Calado Otero hace hincapié en el estigma del peso y cómo las mujeres que tienen sobrepeso «evitan ir al médico por miedo a ser humilladas, se someten a interminables ciclos de dietas y su salud mental se ve afectada porque viven distintas situaciones en las que se sienten señaladas, estigmatizadas, infravaloradas, humilladas y discriminadas».

En relación a ello, la investigación expone cómo el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual "se usa como indicador de cuerpos normativos, fue diseñado hace 200 años con fines estadísticos" y en él no se tienen en cuenta variables como la masa muscular o la densidad ósea, por lo que critica su utilización como un índice de salud individual o general.

Acusa a los medios de reproducir estereotipos

Igualmente, en el estudio también se aborda el papel que juegan los agentes de socialización (medios de comunicación, redes sociales e industria audiovisual). Según las conclusiones, estos sectores reproducen estereotípicamente cuerpos no saludables y los convierten en normativos, estigmatizan aquellos que no se adaptan a los cánones y distorsionan la diversidad corporal humana asociando delgadez con belleza y éxito.

Entre las acciones a desarrollar, se incide en la necesidad de cambiar los roles y estereotipos de género que «continúan presentes en la cultura patriarcal y llevar a cabo campañas de sensibilización y concienciación contra las discriminaciones vinculadas a la imagen corporal y la cosificación del cuerpo de las mujeres». Según las recomendaciones finales, estas acciones deben ir dirigidas a jóvenes, familias, comunidad médica y educativa, así como a industrias y sectores como el audiovisual, la comunicación, la moda, la alimentación, la farmacéutica, etc.