El 73% de menores de 9 a 12 años en Madrid se topan con violencia y pornografía en redes>

El Gobierno de Madrid quiere levantar una barrera que proteja a los menores en su relación con las pantallas y evite que caigan en adicciones a éstas, las redes sociales o los móviles. Para ello, ha tenido en cuenta los resultados del programa 'Kids Centric Universe', que se ha desarrollado desde 2021 y del que forman parte 96 colegios madrileños.

El programa se apoya en videojuegos y dinámicas de grupo, y usa también la inteligencia artificial para identificar los hábitos de uso de tecnología de los alumnos de entre 9 y 12 años, las redes sociales que más utilizan o los 'influencers' a los que siguen.

Según los datos recogidos en este estudio, en Primaria –por debajo de los 12 años–, el 61 por ciento ya tiene dispositivo móvil propio; en Secundaria son ya el 84 por ciento. Un 23 por ciento cree que pasa mucho tiempo en internet, aunque el 60 por ciento no calcula en realidad cuánto dedica cada día a estar conectado. Un 67 por ciento lo hace por las noches.

Aunque mayoritariamente prefieren jugar de forma presencial con amigos, la dependencia del móvil va en aumento, algo que se aprecia en datos como que el 11 por ciento del alumnado de Secundaria cuando se queda sin batería intenta cargarla de forma inmediata, sin esperar a llegar a casa.

Mundo en soledad

Es muy preocupante también ver que el 70 por ciento de los consultados se conecta a internet para «pasar el rato», sin un objetivo en concreto. «Vemos que los chavales disfrutan aislándose en fin de semana: van a quemar tiempo, en lugar de hacer deporte, estar con la familia o con sus mascotas, y se montan un mundo en soledad, en paralelo», advertía ayer la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, al dar a conocer este estudio.

El 95 por ciento de los alumnos de Primaria reconocen que en internet hay peligros, un porcentaje que baja al 91 por ciento entre los más mayores, los de Secundaria. Pero para la mitad, pese a ello, no lo creen muy peligroso. Es más, con esa ingenuidad fruto de la inexperiencia, el 29 por ciento afirman conocer todos los riesgos de internet. Y a renglón seguido, un 15 por ciento reconocen que se han citado con extraños a través de las redes, e incluso un 8 por ciento han repetido.

Como buenos nativos digitales, dominan el terreno en lo técnico, aunque les falten otras herramientas para avanzar con seguridad. Y aunque los padres crean mantenerlos seguros con los filtros parentales, el 42 por ciento de ellos reconocen que han abierto cuentas con datos falsos precisamente para poder saltarse esos controles.

App de contactos

De esta forma, pueden acceder a las cada vez más habituales apps de contactos, que reconocen usar uno de cada tres consultados. Y también así, un 73 por ciento se han topado con cosas que no buscaban, como escenas de guerra, de violencia, peleas, maltrato animal, «cosas de miedo», racismo o pornografía. De hecho, una de las conclusiones a que llega el estudio es que los menores están accediendo a pornografía antes de haber recibido algún tipo de educación sexual, en casa o en el colegio.

Otro campo en que el uso descontrolado de internet puede acarrear problemas es el relacionado con el juego: el 25 por ciento del alumnado de Secundaria reconoce haber entrado alguna vez a una casa de juego online; entre los de Primaria, es un 18 por ciento.

15% menores de 9 a 12 años

reconocen que han quedado con personas que habían conocido por internet. Un 8 por ciento lo han hecho más de una vez.

A los autores de este informe les preocupa el desconocimiento y la poca importancia que le dan a la ciberseguridad estos nuevos usuarios: el 31 por ciento no dispone de antivirus en ningún dispositivo; el 16 por ciento comparte sus contraseñas con amigos, y el 72 por ciento las reutiliza; uno de cada tres nunca revisa las opciones de privacidad, o ni sabe que existen, y el 63 por ciento se conecta a redes wifi sin tomar precauciones.

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, daba a conocer estos datos ayer durante una visita con el consejero de Educación, Emilio Viciana, al colegio público Vicente Aleixandre, en Miraflores de la Sierra. Y alertaba del problema del «exceso o mal uso de las nuevas tecnologías por niños» y del acceso de menores «a contenidos para los que no están preparados». Y, lo que es peor, algo que el estudio también constata: que los referentes para ellos dejan de ser sus familiares o profesores, y pasan a serlo 'tiktokers', 'youtubers', 'instagramers' o 'streamers', que se convierten en «coeducadores» de los menores desde los 8 años.

Con familias desbordadas en ocasiones por algo que se escapa de su control, y niños que por el efecto de estas nuevas adicciones se vuelven «menos pacientes, quieren todo de manera inmediata, se frustran antes y se desconcentran más», recordaba Díaz Ayuso, se multiplican los problemas.

67% alumnos

conectan a internet por las noches, y el 20 por ciento lo hace a diario.

«Estamos obligados a actuar», concluyó la presidenta, que anunció la puesta en marcha de un protocolo que permita a los colegios detectar estos problemas y, con el conocimiento de las familias, ponerles remedio. Es «una guía para apoyar a los maestros, a los profesores y a las familias para saber cómo reaccionar». Les proporciona herramientas para derivar a los alumnos con mayores dificultades al Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas y al Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales en el Hospital público Gregorio Marañón.