Los votantes de la derecha tradicional francesa, divididos por el acercamiento a Le Pen: "Ni Ciotti es De Gaulle ni Bardella es Vichy"
La derecha tradicional francesa implosionó tras el anuncio de una alianza de Los Republicanos con Reagrupamiento Nacional, la formación de Marine Le Pen -se presentan a las urnas en 60 circunscripciones con un candidato único común-. Toda una bomba detonada por el mismo presidente del partido conservador, Eric Ciotti, quien, pese al cisma generado en sus filas, logró que la Justicia le mantuviera de momento al frente. ¿Valentía, locura o suicidio del líder de los Republicanos? Esta pregunta divide a los electores.
"Ciotti ha sido valiente, eso es todo. Comparado con los demás, el no piensa sólo en sí mismo, sino que piensa en Francia", declara un parisino de 43 años que votó a LR en las pasadas elecciones europeas y que desea permanecer en el anonimato, como casi todos los entrevistados para este reportaje por EL MUNDO. Pero no todos comparten esa visión. Baptiste du Chalard, un joven de 22 años, dice: "Como Macron, Ciotti me parece un hombre aislado en su torre de marfil, que sólo piensa en él y toma las decisiones solo. No le importa sacrificar a su propio partido por interés propio; Ciotti sólo defendió la alianza con la ultraderecha para salvarse él mismo, porque no quiere fracasar en las legislativas de la misma manera que en las europeas".
"Tenemos tanto miedo de que la izquierda o la posible Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) llegue al poder que estamos obligados a unirnos, aunque esta alianza no sea agradable, es nuestra responsabilidad dejar el ego de lado para evitar que esto pase", afirma un miembro de las juventudes de Los Republicanos. Otro votante de la formación añade: "Si queremos la victoria de nuestras ideas, contra esta izquierda cada vez más peligrosa, habrá que jugar con las mismas reglas, si ellos se unen, nosotros también". "Estamos hartos de la situación de Francia, hartos de sentirnos inseguros y de no reconocer nuestro propio país, y esta idea la comparten muchas personas, no sólo el RN", expresa rotunda una joven de Lille.
"El RN se ha convertido en un partido normal, no es el de antes. Y desde luego hay que dejar esta locura de compararlo con los nazis", afirma un bordelés que anteriormente votó a Macron, añadiendo que "Le Pen defiende mucho más la situación de los judíos actualmente que Mélenchon y su banda islamoizquierdista". En esta línea, un parisino de 66 años declara: "La situación ya no tiene nada que ver con la de 1940. Ciotti no es de Gaulle y Bardella no es Vichy". Y añade: "Esta comparación es insultante para las víctimas judías de la Segunda Guerra Mundial, no hace justicia al horror que realmente ocurrió en 1940".
Pero la ideología no sería el único problema para alianza, según otro votante del RN: "Voy a decir en voz alta lo que casi todos en Los Republicanos piensan en silencio: los que se niegan a aliarse lo hacen porque tienen miedo de desaparecer".
Efectivamente, es uno de los temores de la derecha tradicional, fundadora de la V República, a la que ha dado hasta cuatro presidentes. "Si esta alianza se lleva a cabo, será el fracaso y el final de los republicanos, un verdadero entierro", declara un parisino. Y añade: "RN es un partido populista, no podemos cruzar esta línea roja y no se puede confiar en ellos. No podemos abandonar lo que somos porque hay dificultades, aún creo en la República".
Más allá de los valores, Los Republicanos y Reagrupamiento Nacional difieren completamente en el aspecto económico: "En este terreno, el RN es totalmente de izquierda", dice un habitante de Lozère, que continúa argumentando: "Los Republicanos son realistas y proponen soluciones a largo plazo, mientras que el RN promete de todo sin pensar en el mañana. Sólo saben hablar de inmigración con el objetivo de infundir miedo".
Desde el tsunami electoral de las europeas, los extremos parecen conquistar poco a poco Francia. "Viendo la situación actual, da risa ver cómo ha fracasado Macron", concluye un simpatizante del partido conservador lionés. "No hay que ceder. Los republicanos deben conservar su esencia, que no es ni la de Macron ni la de Le Pen", concluye firme.
"En lo que a mí respecta, voté por RN en las europeas pero no lo haré en las legislativas. Quería que escucharan nuestras preocupaciones, pero esto está yendo demasiado lejos. Si RN gana, temo una guerra civil en Francia, aunque a veces parece que ya es el caso", lamenta una parisina.