Junts une sus votos a PP y Vox para tumbar la reducción de jornada de Díaz e inflige otra derrota más al Gobierno

Las «tres derechas con distintos nombres», como ha insistido en llamarles Díaz, y que ni siquiera han sacado a sus primeros espadas en este debate —muestra del desdén que profesan hacia la norma—, sumaban ya juntas 177 escaños, aunque tan sólo era necesaria una mayoría simple para tumbar la norma. Finalmente, UPN terminó uniéndose a ellas con su voto a favor. «Creen que golpean al Gobierno o a mí misma, pero la bofetada a doce millones y medio de españoles de nuestro país va a ser sonora y eso es muy difícil de explicar», ha dicho, dirigiéndose a todos ellos. Ahora, la Cámara Baja devolverá la norma al Ejecutivo, que habrá de volver a la casilla de salida y presentar de nuevo el texto. La intención, trasladan fuentes del ala de Sumar, no es hacerlo de inmediato, ya que, cabe la posibilidad de desgajar la medida y aprobar de forma separada, vía decreto, el registro del control horario a las empresas.

A Junts le ha dedicado la vicepresidenta segunda —que renunció a hablar en su primer intervención para escuchar a los grupos que presentaban enmiendas— la mayor parte de su discurso. En especial, a Míriam Nogueras, que ha negociado la norma mano a mano con el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez-Rey, todos estos últimos meses, pero que, sin embargo, no ha salido a defender la postura del partido a la tribuna. En su lugar, lo ha hecho el diputado Josep Maria Cervera, que ha reconocido a Díaz que «la precipitación se ha cargado cualquier posibilidad de acuerdo» entre Trabajo y Junts, cuya voluntad, ha confesado Cervera, era la de reanudar la negociación en septiembre.

En cualquier caso, la norma estaba abocada al fracaso incluso desde antes de ser aprobada en el Consejo de Ministros a principios del pasado mes de mayo al al no contar con el respaldo de la patronal –Díaz negoció sólo con los sindicatos– y sobre todo, tras el portazo de los de Puigdemont a la misma, que desde entonces se han mantenido firmes en su rechazo a la norma por atentar contra los intereses de la pequeña y mediana empresa catalana.

«Todo lo que han dicho no es en absoluto veraz. Ustedes no se ponen del lado del autónomo, sino de quien, en España y Cataluña, se está forrando. En vísperas de la diada, se colocan del lado opuesto al pueblo catalán. Porque, siento decirle, no representan al independentismo catalán como creen, representan a los intereses de la patronal española en sus sectores más reaccionarios», ha sentenciado la vicepresidenta segunda del Gobierno, dirigiéndose personalmente a Nogueras. El tono elevado de sus reproches a la portavoz de Junts ha sido tal que la ha empujado incluso a levantarse de su escaño para asumir el turno de réplica.

Nogueras, a Díaz

«Habla como si tuviera una mayoría que no tiene y son las encuestas las que la sitúan en una posición residual»

Tres minutos han bastado a la neoconvergente para acusar a Díaz de «mentir» y «mandar al traste al país con sus políticas». «Su único argumento es situarnos a la derecha y lo hace porque no tiene fundamentos para defender lo indefendible», le ha echado en cara a la líder de Sumar, a quien ha recordado que «los suyos» son los que pactaron con el PP para «echar» a Junts del Ayuntamiento de Barcelona o los que votaron un decreto para compensar a las grandes empresas energéticas con más de tres mil millones de euros. Eso no es todo. «Señora Díaz, habla como si tuviera una mayoría que no tiene y son las encuestas las que la sitúan en una posición residual», se ha desquitado Nogueras para zanjar el rifirrafe con la la líder de Sumar.

«Váyanse a su casa de una puñetera vez»

En nombre del PP ha sido el Vicesecretario de Economía, Juan Bravo, el encargado de denunciar que el texto de la norma que decae está «invadido por lo ideología y no por los datos» y sobre todo, el hecho de que nazca «sin diálogo». «Ignora la realidad. No ha parado de repetir que el PP tendrá que explicar su voto... La gente no es tonta, sabe que lo que propone es ciencia ficción, un titular para su gloria«, ha señalado el diputado popular, al tiempo que afeado a Díaz por no incluir en el texto la gradualidad y flexibilidad de la medida, así como la compensación a las empresas tras su aplicación. »Patronal y sindicatos le pedían un periodo transitorio razonable, tomando en consideración a los distintos sectores«, le ha recordado Bravo en este sentido.

José María Figaredo, de Vox, cree, en la misma línea que Junts, que la medida de la reducción de jornada supondría un impacto «terrorífico» para las pymes. En opinión del parlamentario derechista, Pedro Sánchez «ha mandado al matadero» a Díaz a sabiendas de que el proyecto ley decaería porque todo esto forma parte, a su juicio, de una «especie de precampaña electoral en la que [el presidente del Gobierno] quiere que usted se desgaste».

Figaredo, a Díaz

«Sánchez la está mandando al matadero, aunque sabe que la ley va a decaer, en una especie de precampaña electoral en la que quiere que usted se desgaste»

En último lugar, ha aprovechado Díaz para dirigirse a las fuerzas progresistas del Hemiciclo para avisarles de que la votación que se ha celebrado este miércoles en el Congreso «es un ensayo general y preliminar de lo que pudiera ser un Gobierno de Feijóo y Abascal». A los líderes de la primera y tercera fuerza política del país, respectivamente, les ha dicho: «Esta medida, al igual que la reforma laboral, no sale gratis. [...] Votaron en contra de los ERTE, de la revalorización de las pensiones, y están en contra de subir el salario mínimo... Jamás van a llegar a La Moncloa golpeando a la gente trabajadora, es imposible». «Si quieren mejorar vidas españoles, váyanse a su casa de una puñetera vez», le ha respondido Figaredo, de Vox. «Tiene que venir aquí a defender algo, no a atacar a los grupos parlamentarios», se ha quejado, por su parte, el diputado popular.