¿Por qué Dua Lipa le gusta a todo el mundo? De sus rompedores looks a las canciones que ella misma compone
Hace poco (aunque con una pandemia en medio, 'poco' no significa casi nada), en la edición de 2018 del Mad Cool, estaba terminando su concierto Depeche Mode (que el año anterior había publicado su disco 'Spirit', más que recomendable). Entre canción y canción, cerveza y cerveza, nos hicimos amigos de un grupo de tres escoceses que no pudieron evitar admirar mi camiseta del Celtic de Glasgow. Los tres eran jóvenes, vestían de negro, con calaveras y pulseras de tachuelas (como si de 1986 se tratara) y habían agotado las existencias de cerveza del festival ellos solos.
A pesar de ello, eran muy majos y, tras terminar el concierto, les ofrecimos quedarse con nosotros para encontrar un buen hueco para ver a los Nine Inch Nails. A fin de cuentas, era obvio que esos duros rockeros embriagados estaban ahí con el único objetivo de ver a Trent Reznor (cantante y único miembro permanente de la banda estadounidense). "No, son" ('hijo', el equivalente escocés al horrible y omnipresente 'bro' que todo púber español repite hasta la saciedad), me dijeron con un cerradísimo acento. "Vamos a guardar sitio en primera fila para ver a Dua Lipa", concluyeron.
Un público heterogéneo
Nos despedimos y se encaminaron a esperar durante una hora y 45 minutos a la artista angloalbanesa. Habían venido al Mad Cool para eso, nada más. Resulta inevitable comparar el público de Dua Lipa con otra de las grandes estrellas de hoy en día: Taylor Swift. Las 'swifties' son legión, pero la inmensa mayoría cumple con unos estereotipos determinados. Los fans de la artista angloalbanesa no: hay de todo en sus conciertos.
De todas las conclusiones que se pueden extrapolar de esta anécdota, la más importante es la siguiente: Dua Lipa le gusta a todo el mundo, aunque nadie sabe muy bien por qué. ¿Serán sus 'humildes' comienzos? ¿Su pop desenfadado y sus letras feministas? ¿Su sensualidad sobre el escenario? ¿Ser un modelo a seguir?
Un icono de moda
O más bien ser una modelo en sí misma. Sus estilismos siempre dejan con la boca abierta a más de uno. Hasta hace poco, el responsable de su vestuario, siempre arrebatador, fue Lorenzo Posocco, ahora responsable de los looks de la mismísima Rosalía.
Este italiano afincado en Londres es el responsable de que Dua Lipa haya vestido marcas tan emblemáticas como Versace, Bottega Veneta -obra de esta marca es su naked dress que tanto dio que hablar-, Valentino, Mugler, Chanel, Alaïa... De ahí a verla en la primera fila de los mejores desfiles de costura es sólo un pequeño paso.
Ahora los looks de la cantante se deben a Jahleel Weaver, estilista de otras grandísimas estrellas del firmamento musical como son Rihanna o Beyoncé.
El año pasado, la relación de Dua Lipa con el mundo de la moda alcanzó su máxima expresión a través de su unión con Versace, con cuya directora creativa, Donatella, lanzó una colección cápsula, LaVacanza.
Una carrera más corta de lo que parece
Puede parecer que la ganadora de 3 premios Grammy y considerada por la revista 'Time' como una de las cien personas más influyentes del mundo lleva una eternidad en el estrellato musical, pero empezó antes de ayer. Año arriba o año abajo, no sería una locura creer que tiene la misma edad que, por ejemplo, Miley Cyrus. Pero en realidad sólo tiene 28 años y la firma con su discográfica (y el consiguiente lanzamiento de su primer disco, 'Dua Lipa') data de 2017. Por poner este dato en contexto, Miley lleva desde 2007 en el negocio. Es una veterana.
Sus orígenes (no musicales) se encuentran en Londres, aunque hija de padres albanokosovares. Tras un regreso a la tierra de sus antecesores, volvió sola a Londres al cumplir los 15 años (con más de un billete bajo el brazo). En este escenario comenzó a hacer y publicar su música en redes sociales, principalmente Soundcloud y Youtube. "Desde pequeña tuve el sueño de ser una estrella del pop, pero nunca pareció ser algo que fuera realmente posible", comentaba la artista en una entrevista.
Sus comienzos
Su herencia albanokosovar ha conseguido darle a Dua Lipa la 'carta' de la diversidad, pero eso no siempre le vino bien: "La gente siempre me pregunta de dónde viene mi nombre", comentaba en una entrevista para la BBC. Y continuaba: "Desde pequeña he estado muy orgullosa de mi herencia, pero hace años deseé que mi nombre fuera Hannah, por ejemplo, algo 'normal' e inglés".
Sin que su música llegase (todavía) a ningún sitio, firmó con una agencia 'pequeña' (Tap Management, co-responsables del éxito de Lana del Rey) y dos años después con Warner Bros. Records. Ed Milllett, uno de los directores de Tap Management, explicaba en una entrevista el porqué de ese repentino salto a la fama: "Es muy lista. Consiguió firmar con esa enorme discográfica, en parte, porque no tenían una artista pop grande, y necesitaban una cuanto antes. La querían de verdad, por lo que tuvo todo el apoyo del mundo desde el primer día".
En 2015 publicó su primer single oficial, 'New Love', y el resto es historia: 3 álbumes, 74,6 millones de oyentes mensuales en Spotify, cabezas de cartel en festivales a diestro y siniestro, la (inexplicable) canción de 'Barbie', portadas, Alta Costura, pasarelas, la Met Gala...
Pero nada de esto explica el porqué de su abrumador éxito. Un ascenso meteórico no ocurre porque sí.
El regreso del 'featuring', en forma de chapa
Con los 2000 en pleno auge, no será difícil recordar esa época musical en la que el título de cualquier canción que sonase en la tele, bar o radio acababa con un previsible "ft. Pitbull" (por cierto, ¿qué fue de él?). Desde entonces las colaboraciones se han convertido en el pan nuestro de cada día, pero no todo el mundo tiene acceso a los mismos artistas. En eso, Dua Lipa es la reina.
Madonna, Bad Bunny, J Balvin, Missy Elliott, Calvin Harris, Kylie Minogue... En 2021 todos escuchamos cómo la artista angloalbanesa consiguió volver a hacer relevante a Elton John con el simple sacrificio de profanar 'Rocket Man' para convertirla en 'Cold Heart'. ¿El rédito? Número 1 en medio mundo.
Si a eso le sumamos el inmenso éxito (de nuevo, encabezando las listas de las canciones más escuchadas de casi todos los países) de 'Dance The Night', la canción de la película de Barbie, tenemos el cóctel perfecto para tener una estrella del pop sin parangón en nuestras manos. Una genialidad de márketing.
Los piropos de sus fans
Para explicar su popularidad, otra vía de la que disponemos es la opinión del público. No somos los primeros, ni los últimos, que nos lo hemos preguntado, como elocuentemente consultaba en reddit 'Lily_Danube': "¿Puede explicar alguien de dónde viene la obsesión de la gente con Dua Lipa?". La usuaria de la red social, a la hora de formular su pregunta, no tuvo en cuenta la bomba de hidrógeno que estaba soltando: "Dua canta las canciones de las que pasa Rihanna"; "¡Es fantástica! Canciones pegadizas, una buena voz y colaboraciones divertidas con otros artistas. ¿Se puede pedir más?"; "Sus canciones están bien, pero no creo que tenga una buena voz"; "¿La has visto? Es impresionante"; "Es mediocre, pero lo cierto es que tiene piernas para dar y tomar".
Discusiones de este estilo se extienden a lo largo y ancho de la red. En la más que cuestionable fuente de 'Quora' la usuaria Anvika Dhillon publicó una elaborada lista de los 'fuertes' de la cantante, destacando su primer álbum, sus orígenes en Youtube, su voz única e identificable (si aparece en la radio, sabes que es ella sí o sí), sus colaboraciones y, tal vez, el más importante de todos los factores: escribe sus propias canciones.
Orgullo de autora
En un mundo en el que la música es, cada vez, menos personal, han destacado genios capaces de componer para quien sea. La más popular de todas es Sia, que ha compuesto canciones para Beyoncé, Britney Spears, Carly Rae Jepsen, Kylie Minogue, Katy Perry, Maroon 5, Christina Aguilera, Shakira, Rihanna, Jennifer Lopez... y no una ni dos, sino discos enteros. Con Dua Lipa, en cambio, compusieron juntas 'Saved my Life'... y poco más.
La artista angloalbanesa se enorgullece sobremanera de ser la autora (o, como mínimo, coautora) de todo lo que publica, un honor que, a día de hoy, es cada vez menos común. Aunque sea un detalle que pueda parecer irrelevante ("la música es música, ¿no? Da igual quien la haya hecho si está bien"), a la hora de que suene en la radio, nos la pongamos en el móvil o, más importante, la veamos en directo, sabemos que es su obra. Es ella, su trabajo. La ética profesional, que decae allá donde miremos, sigue siendo apreciada, al menos, en la música. También se ha alabado en más de una ocasión del porcentaje de canciones que compone que resultan ser buenas. "En el momento en el que acabo de escribir un tema, sé si es bueno o no", explica la artista. Del mismo modo, como comentaba en una entrevista otro de los directores de Tap Management, Ben Mawson, "hemos visto a artistas que pueden conseguir media canción buena tras 10 sesiones. Con Dua, una de cada 5 o de cada 4 es un temazo".
Eso (y muchas otras cosas) serán las que disfrutarán los asistentes al Mad Cool 2024 que se celebra entre los días 10 y 13 de julio en Madrid y donde, cómo no, Dua Lipa hará acto de presencia con su única parada en España en su gira mundial 'Radical Optimism'. Esta vez, como indiscutible cabeza de cartel del miércoles 10, quitándole ese honor a los (hechos un poco polvo) Smashing Pumpkins. Espero encontrarme allí con mis amigos escoceses.