Análisis visual | Así fue el ataque terrorista en la sala Crocus de Moscú
El centro comercial Crocus City se encuentra en la ciudad satélite de Krasnogorsk, 25 kilómetros al noroeste de Moscú. Aloja una de las salas de concierto más populares y se llega a su puerta en metro desde el centro de la capital. Tiene 6.200 butacas y allí han actuado estrellas como Eric Clapton o Dua Lipa.
En la noche del viernes la sala estaba repleta de personas que esperaban el concierto de Picnic, banda rusa de rock progresivo. Poco antes de las 20.00 horas (dos horas menos en la España peninsular), un grupo de al menos cuatro personas vestidas de camuflaje y con armas de asalto accede a la planta baja del Crocus City y abre fuego de manera indiscriminada.
Minutos después, los terroristas ya no están en la entrada —han ido hacia el interior—. Varias personas buscan salir del edificio. Al menos un video (publicado apenas 45 minutos después de que comenzara el asalto) muestra un gran grupo huyendo por esa vía y ayudando a los heridos. También se ven varios cadáveres.
Los terroristas alcanzan el anfiteatro de la sala de conciertos, ubicado en un extremo del edificio. Según el medio ruso Shot, tardan menos de diez minutos en llegar hasta aquí. Dentro de la enorme sala, los videos muestran los primeros momentos de inquietud. Se ve mucha gente asustada por los ruidos que vienen de fuera. Se escucha una orden de evacuar el edificio. Luego suenan los disparos y la gente sale huyendo.
En algún momento se produjo un incendio en el centro comercial. Según el canal ruso Shot, los terroristas prendieron fuego al lugar: las autoridades rusas han afirmado que llevaban “líquidos inflamables” y explosivos. La prensa local dice que en la parte en llamas del edificio quedaron atrapadas numerosas personas, incluidos niños.
El fuego se intensificó después de una explosión, según The New York Times, lo que provocaría más tarde el colapso del techo del auditorio, como han confirmado los servicios de emergencia de Moscú.
Los terroristas habrían abandonado el edificio a bordo de un Renault blanco antes de las 20.15 hora local, según la prensa rusa.
Los eventos tras el ataque
Las autoridades rusas no han dado una confirmación oficial sobre la autoría. No obstante, el viernes por la noche el Estado Islámico (ISIS) se atribuyó el ataque. Las autoridades de Estados Unidos lo atribuyen a la rama ISIS-K, que ha protagonizado ataques contra la Embajada Rusa en Afganistán, el último en 2022.
El servicio secreto ruso ha informado de la detención de 11 personas, todas extranjeras, incluidas cuatro que “participaron directamente” en el ataque al Crocus City.
Rusia tiene un largo historial de ataques terroristas, que hicieron tambalearse al país tras el derrumbe de la Unión Soviética y durante los primeros años de mandato de Vladímir Putin. En 2004, un grupo de terroristas chechenos tomó 1.200 rehenes en una escuela en la ciudad de Beslán; murieron 334 personas, incluidos 186 niños.
El de este viernes es el peor tiroteo masivo en Rusia al menos desde los años noventa.

Hace dos semanas, Estados Unidos y el Reino Unido alertaron de posibles ataques terroristas en Rusia, poco después de que los servicios de inteligencia rusos anunciaran que habían frustrado un ataque del Estado Islámico en una sinagoga de la capital rusa. Washington subrayó en su aviso en el riesgo de que fueran atacados “eventos con mucha gente, como conciertos”. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, minimizó la amenaza: “Todo esto se parece a un chantaje absoluto con la intención de intimidar y desestabilizar a nuestra sociedad”.
Putin, reelegido presidente hace siete días en unas elecciones sin oposición real, ha hablado a la nación este sábado, 19 horas tras el atentado, en un discurso de cinco minutos. No ha mencionado el ISIS, y ha insinuado que ciudadanos ucranios habrían ayudado a cruzar la frontera a algunos de los asaltantes. El Gobierno de Kiev, así como agencias oficiales de Estados Unidos, han negado ninguna cercanía de este país con el ataque.
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