Deja Economía el cargo que evaluó el SMI y la reducción de jornada
Tras la reunión del Consejo de Ministros de ayer se anunció el nombramiento de Javier Muñoz Moldes, hasta ahora subdirector general de Fondos Europeos, como nuevo director general de Política Económica en sustitución de Ausín.
La dirección general de 'Poleco', como se la conoce en el jerga interna del Ministerio, es un órgano clave en la estructura del Ministerio, ya que se encarga del análisis técnico de las propuestas de política económica que llegan de otros ministerios, de los informes sobre ellas que se elevan al ministro y también de la propuesta de las directrices y orientaciones de política económica impulsadas desde el propio departamento. Además, a ella le corresponde también el seguimiento y coordinación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la interlocución de España ante la Comisión Europea o el seguimiento de las medidas de política económica adoptadas para valorar su eficacia. Es decir, que formula directrices para determinar la hoja de ruta de la economía, trabaja en la coordinación entre ministerios, representa a España ante Bruselas en procesos como el Semestre Europeo, evalúa las políticas, planes y programas públicos y brinda soporte técnico a la Secretaría de Estado de Economía. Nada menos.
Una pieza clave
Las fuentes oficiales y no oficiales consultadas por ABC recalcan que Ausín era una figura muy importante en el departamento, que gozaba de la total confianza del ministro y atribuyen su salida a la erosión personal propia de la permanencia durante más de siete años en el gabinete ministerial y a la necesidad de buscar nuevos horizontes. Destacan asimismo su papel clave en proyectos como la modernización del cuadro de mandos de análisis macro del Ministerio, ejecutado junto al actual ministro, y la puesta en marcha de la herramienta Elisa de monitorización de la ejecución de los fondos europeos, entre otros.
A su departamento le han tocado también asuntos más peliagudos como la evaluación técnica o el análisis de impacto de iniciativas de Trabajo que han generado roces entre ambos ministerios como la subida del salario mínimo, la reducción de jornada o el subsidio para mayores de 52 años.
En el caso del SMI, uno de los planteamientos que manejaba Economía era el riesgo de que los perfiles con alta cualificación quedaran dentro de esa banda de salario si se elevaba demasiado y de que muchos sueldos de convenio se vieran desbordados por el SMI con impacto en el tejido laboral.
En la memoria del anteproyecto de ley de reducción de jornada incidió sobre el impacto de reducirla a 37,5 horas en pymes y en la necesidad de acompañarlas en el proceso y desplegar ayudas específicas para evitar daños en el sector. La de las pymes ha sido la obsesión de Cuerpo frente a Díaz durante los últimos meses, a la espera de la negociación final sobre cómo quedará la ley.