El Ayuntamiento adjudica el último contrato para abrir el Centro de Emergencia Habitacional
Provivivienda asumirá la gestión de este equipamiento, que estaba previsto que estuviera operativo a finales de 2019
Así lo ha corroborado la edil de Servicios Sociales, Eva Contador, quien, no obstante, no ha querido señalar una fecha concreta y esperar a que transcurran los 15 días. En este sentido, ha recordado que otras dos firmas optaron al contrato.
La adjudicataria, Provivienda, se ocupará de la gestión del Centro de Emergencia Habitacional durante dos años (con posibilidad de prorrogar el contrato un ejercicio más). La empresa se ocupará de la asistencia social inmediata; recepción de quienes accedan a este recurso social; limpieza, lavandería o del servicio de conserjería, entre otros.
El Centro de Emergencia Habitacional, ubicado en el antiguo Hospital Militar de San Fernando, en Lepanto, prestará una atención integral a familias y personas que se encuentren en una situación de urgencia o emergencia social, como una inundación, un incendio o un desahucio, entre otras. Dispondrá de trabajadores y educadores sociales, un psicólogo, dos conserjes y dos personas de limpieza y lavandería.
El complejo, con planta baja, alta y sótano, cuenta con 15 miniapartamentos, con cocina incluida, con una capacidad máxima de 35 personas. Sólo uno es individual para casos de un usuario que no tenga familia y acuda solo a este recurso.
El proyecto del Centro de Emergencia Habitacional se planteó en 2017 y, desde entonces, ha enfrentado múltiples trabas y problemas de todo tipo. En 2018, el Ayuntamiento adjudicó las obras del centro a Albaida Infraestructuras, intervención que ya arrancó con retraso, puesto que la previsión es que las actuaciones tendrían que haber arrancado entonces.
Así pues, los trabajos no se iniciaron hasta mayo de 2019 y la empresa encargada apuntó que se había topado con problemas de estructura, por lo que solicitó una prórroga de dos meses, petición que denegó el Consistorio por haberla pedido fuera de plazo.
El Ayuntamiento dio por extinguido el contrato cuanto quedaba más de la mitad de la obra. En 2022 se volvió a adjudicar el proyecto, esta vez, a la empersa Avanza Solutions & Projects: el plazo, cinco meses.
Sin embargo, un nuevo escollo frenó el avance de la intervención: la firma pasó a manos de administradores concursales; afectó la crisis de materiales o la dificultad de encontrar mano de obra cualificada.
Finalmente, las obras se acabaron en el verano de 2023. Los siguiente pasos que se dieron fueron las licitaciones del equipamiento y del mobiliario y la de elementos de cocina. La inversión total, sin contar con el contrato de gestión, ha ascendido a cerca de un millón de euros.