El alquiler cae en Andalucía un 5% respecto al segundo trimestre del año, pero sigue siendo un 6,5% más caro que en 2023
Así lo asegura el portal inmobiliario Fotocasa, que acaba de publicar que durante el tercer trimestre del año los alquileres han caído de media, entre las ocho provincias de la región, un 4,9 por ciento respecto a los datos registrados de abril a junio.
Los datos pueden entenderse como un alivio, pero lo cierto es que el metro cuadrado andaluz sigue por encima de la barrera de los 10 euros (10,04, concretamente). En junio el precio escalaba hasta los 10,56 euros/m2, pero la variación interanual recuerda que en el informe que emitió Fotocasa sobre el tercer trimestre de 2023 la cuantía se limitaba a 9,43 euros / m2.
Esta cifra hace que Andalucía sea la undécima región con el metro cuadrado más caro de toda España (antes del verano era la octava por la cabeza).
En ese sentido sigue liderando Madrid, con 19,61 euros/m2; seguida de Baleares y sus 16.81 euros/m2; o los 15,75 euros/m2 de Cataluña y los 15,70 euros/m2 del País Vasco.
Más cerca de la realidad andaluza se encuentra Canarias, la Comunidad Valenciana, Cantabria, Navarra y Asturias, con 13,66, 12,09, 11,58, 11,50 y 10,27, respectivamente.
El dato de Andalucía resulta llamativo si se tiene en cuenta que en el tercer trimestre el metro cuadrado en la provincia de Jaén fue de 5,70 euros y el de la cordobesa se fijó en 7,70 euros. Lógicamente el promedio surge también de otros extremos como fueron los 14,30 euros al metro cuadrado en la provincia de Málaga.
Es más, el descenso entre trimestres (que se ha dejado sentir en todas las provincias andaluzas) ha sido especialmente acusados en algunos puntos. Por ejemplo, en Motril la caída ha sido de lo más acusada, con un 34,6% menos. En casos como el de Punta Umbría, El Ejido y Sanlúcar de Barrameda, el descenso ha estado en torno al 25 por ciento según cada caso.
Desequilibrio entre oferta y demanda
Desde el propio portal, confieren a los datos una cierta sensación de espejismo, pues aunque son conscientes de que sirven de ayuda al bolsillo del arrendatario, también evidencian una cuestión estructural del modelo de vivienda.
«El descenso trimestral es una tendencia habitual repetida en cada uno de los terceros trimestres de los últimos 18 años, que da un leve respiro al precio del alquiler, que marcó su máximo el pasado mes de junio de 2024. Sin embargo, la tasa interanual sigue aumentando de manera intensa, debido al gran desequilibrio entre oferta y demanda», explica la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos.
«Septiembre, mes de inicio de temporada para muchos inquilinos, trae consigo altos precios, menos oferta disponible y mal estado de las viviendas, que se convierten en los mayores obstáculos de los demandantes. Este escenario ha resultado en un mercado extremadamente compacto, con una rotación limitada y un proceso de búsqueda que se alarga, dificultando cada vez más el acceso a una vivienda en alquiler», concluye la también portavoz.