Black Hawk, la 'estrella cinematrográfica' del ejército de Estados Unidos

La mayor parte de la gente, del público no versado en temas militares, se enteró de la existencia de los helicópteros 'Black Hawk' ('Halcón Negro') -el aparato que chocó con un avión comercial en el Potomac- a raíz de la película de 2001 'Black Hawk down', dirigida por Ridley Scott, titulada entre nosotros 'Black Hawk derribado'.

La cinta narraba un episodio de la llamada batalla de Mogadiscio, en 1993, en la que la fuerza expedicionaria estadounidense en Somalia, Rangers y Delta Force, enviada a instancias de la ONU para asegurar la distribución de alimentos en un país devastado por la guerra civil, se vio atacada por los partidarios de Mohamed Farrah Aidid, uno de esos africanos 'señores de la guerra'. Los americanos trataban de detenerlo a él y a sus lugartenientes, responsables máximos del caos y la hambruna que sufría la población.

Convertido en una especie de estrella cinematográfica voladora, protagonista mecánico, el Sikorski UH-60 Black Hawk era y es el helicóptero de tamaño medio estándar del ejército de los Estados Unidos. Fabricado a millares, en diversas configuraciones, un "chico para todo" capaz, en su cometido principal y más frecuente, de contener y trasladar al teatro de operaciones, a una docena de efectivos con todo su equipo de combate, con la impedimenta completa.

Robusto, práctico, no está ni indefenso ni es inofensivo, destinado sólo a transporte o, medicalizado, convertido también en un humanitario vehículo de evacuación de heridos. Para su propia defensa o en apoyo de las tropas en tierra, puede ser armado con un par de ametralladoras M60 de 7,62 milímetros, un cañón rotatorio GAU de 12,7 milímetros, cohetes ('rockets') y misiles AGM-114 Hellfire antitanque o contra vehículos de infantería. En resumen, un utilitario (y útil) transporte táctico con distintas capacidades. También, entre ella, 'tuneado' al efecto, la de ser requerido para operaciones especiales e infiltración y extracción de comandos.

Es el moderno y aventajado reemplazante del versátil UH-1 Huey Iroquois (los helicópteros USA llevan a menudo nombres de tribus indias), empleado en ingentes cantidades en Vietnam, tan familiares para quienes se han interesado en aquella guerra por medio de la historia o el cine. Y, como su antecesor, ha entrado en acción en, aparte de Somalia, todos los conflictos en los que se han visto involucrados los Estados Unidos: Granada, Panamá, Irak, Afganistán, los Balcanes, Oriente Próximo... Su silueta es bien conocida por los interesados en la temática aérea y bélica.

Las posibilidades de su acertado diseño básico han conducido a la construcción y empleo de distintas variantes que, manteniendo la hache original de 'helicopter', el identificatorio número 60 y el nombre identitario de 'halcón', están en activo y en permanente actualización y mejora: "SH-60 Sea Hawk", "HH-60 Pave Hawk", HH-60 Jay Hawk... para la Marina, el Servicio de Guardacostas, etc.

El más fabricado y utilizado es el SH-60B Sea Hawk (escrito generalmente Seahawk, todo junto), con la ese de "sea" (mar). Una plataforma antisubmarina de búsqueda y rescate, de evacuación médica, etc. Pero, sobre todo, un avanzado tecnológicamente vehículo naval de combate, diseñado para ser desplegado en destructores y fragatas.

A diferencia de otros países usuarios, en especial Japón y Reino Unido, donde se fabrican bajo licencia, el Ejército de Tierra español no posee "UH-60. Pero nuestra Armada sí es uno de los satisfechos operadores del SH-60 desde finales de los años 80. Actualmente dispone de 10 SH-60B y seis SH-60F, la versión mejorada del B, y está a la espera de la entrega de dos ejemplares de la versión B y otros dos de la F.

La llegada de los SH-60B a Rota, donde están basados configurando la 10ª Escuadrilla de Aeronaves, supuso un enorme salto cualitativo para la vigilancia y el control de nuestros mares y las capacidades para la lucha antisubmarina. Capaces de ser armados con ametralladoras GAU de 12,7 milímetros, misiles antibuque AGM-119 Penguin, torpedos Mk-46 y misiles aire-tierra (aire-mar) AGM-114 Hellfire, pueden también lanzar un total de 25 sonoboyas para localizar submarinos. Una virtud fundamental a la hora de, llegado el caso, en defensa de las unidades de superficie, y en complementario aumento de las capacidades de éstos, incrementar las posibilidades de atacarlos y destruirlos.

Nuestras fragatas pueden llevar a bordo en hangares de popa un par de SH-60B, aunque habitualmente portan un único ejemplar, que amplían el horizonte radar del barco en unas 150 millas (alrededor de 280 kilómetros).