La llegada de los F-16 a Ucrania plantea algunas preocupaciones para la OTAN

Varios funcionarios de la Alianza Atlántica enumeraron al medio 'Bloomberg' los principales obstáculos para el buen desempeño de los aviones en sus misiones de combate. El primer problema es la vulnerabilidad de los aeródromos militares ucranianos ante los ataques rusos y la falta de refugios para los aviones. Ucrania también carece de las pistas con la longitud y la calidad necesaria que precisan este tipo de aviones, destacaron.

Otra de la cuestión es que «los aviones deben reconfigurarse en función de su tarea, como reconocimiento o combate», dijo uno de los funcionarios. La logística del mantenimiento también plantea desafíos: desde la búsqueda de piezas de repuesto hasta la contratación de ingenieros que se aseguren de mantener en buen estado los cazas. Además, hay una «barrera lingüística» entre los profesores extranjeros y los pilotos ucranianos.

Uno de los funcionarios de la OTAN, al corriente de la entrega de los F-16, resumió la cuestión diciendo que «Ucrania está tratando de lograr en cuestión de meses lo que normalmente lleva entre tres y cuatro años».