Cosmeticorexia o por qué la adicción a las cremas es mala para la piel>
¿Qué es la cosmeticorexia?
Este término, que ha empezado a utilizarse, recientemente hace referencia a la obsesión por la cosmética, algo que ha sido más evidente a raíz de la pandemia. La doctora Gema Pérez Sevilla explica que «la cosmeticorexia se define como la compra compulsiva de cosméticos y la adicción a sus principios activos, sobre todo, los de antienvejecimiento. Si realizas esta práctica, lo que puede ocurrir es que tu piel, en vez de verse cada vez mejor, luzca más opaca con el paso del tiempo, se obstruya el poro por la sobresaturación de producto e, incluso, que se exacerben enfermedades dermatológicas previas».
Eduardo Senante, farmacéutico titular de Farmacia Senante, comenta que «la cosmeticorexia no es un problema de salud pública, pero sí es un problema real que está relacionado con la obsesión excesiva por la estética y con la dismorfia. Es un trastorno que puede llegar a ser una patología, como la vigorexia, y que puede afectar a cualquier persona, aunque los adolescentes, por su exposición a las redes sociales, son los más sensibles».
¿Qué consecuencias puede tener para la piel el uso abusivo de cosméticos?
La cosmeticorexia, es decir, usar un número elevado de productos cosméticos, o aplicar todo tipo de ingredientes en la piel, sin ningún control, tiene consecuencias negativas para la piel, como nos cuenta el farmacéutico Eduardo Senante. «El uso de un exceso de productos, combinar exfoliantes fuertes con retinoides, usarlos con mucha frecuencia… puede llevar a un desequilibrio de la barrera cutánea con consecuencias como el picor, el enrojecimiento, los granitos… y también a una piel congestionada. Con el tiempo esto puede derivar, por una parte, en brotes de acné o acné cosmético, y, por otra parte, en sensibilización crónica de la piel».
El farmacéutico Eduardo Senante añade «lo que se dice hoy en día es que 'somos madres en el baño y niñas en la calle', compramos como si fuéramos una madre (o un padre), pero a nivel de cuidar la piel, somos niños, nos seguimos exponiendo al sol sin usar protección solar, seguimos fumando, tomando alcohol. No es coherente llevar una vida adolescente por el día y llevar una rutina de madre por la noche».

¿Qué hacer ante la adicción a las cremas?
Todos los expertos insisten en la necesidad de adaptar la rutina facial a las necesidades de cada persona y también a sus objetivos. En este sentido la doctora Pérez Sevilla recomienda «no querer comprar el último lanzamiento en lo que a cosméticos se refiere, ni tampoco dejarse llevar por los productos que le van bien a un ser querido, sino darle a la piel lo que necesita. Y, por supuesto, acudir a un dermatólogo o médico estético para que pueda analizar la piel y poder crear una rutina facial con tres o cuatro productos específicos adaptados a sus necesidades. Este gesto, ser constante y mantener esta rutina facial a lo largo del año, harán que la piel luzca saludable, radiante y joven. En muchas ocasiones, menos es más».
De la misma opinión es Eduardo Senante que aconseja rutinas minimalistas, con 3-4 productos, y adaptadas a las necesidades de cada piel, preferentemente prescritas por un experto. Además, el farmacéutico añade «llegados al caso de la patología, hay que ponerse en manos de un psicólogo para que pueda revertir este comportamiento llevado al extremo».

Los adolescentes y la cosmética
Aunque la cosmeticorexia puede afectar a cualquier persona, los adolescentes son el grupo que más sufre este problema, sobre todo, por su sobreexposición a TikTok, donde los perfiles sobre maquillaje y cosmética son numerosos. Cada vez es más habitual que las adolescentes tengan rutinas diarias con un montón de productos, en ocasiones, además, con activos como los ácidos o los retinoides, cuyo uso debería estar supervisado por un experto en la piel.
Anastasia y Sunny, creadoras de la tienda de cosmética coreana Koss, afirman que en su tienda ven a diario esa obsesión por la cosmética por parte de los adolescentes. «Sin hacer una limpieza adecuada ni usar protector solar, que es por donde hay que empezar una rutina de skincare, los adolescentes optan por activos muy potentes porque lo han visto en TikTok porque alguna influencer lo ha recomendado. Todo esto lleva a que tengan problemas de piel que no saben cómo resolver y lo que hacen es comprar aún más productos y aplicarse más activos que no necesitan. Y como eso no soluciona nada, otra vez estamos con la bola de nieve, cuando lo que deberían hacer es acudir a un experto para que le recomiende los productos más adecuados a su tipo de piel». En su tienda ofrecen talleres, tanto presenciales, como online, para enseñar a hacer un buen uso de los cosméticos.