El Gobierno de Nicaragua expulsa al presidente de la Conferencia Episcopal
Monseñor Herrera, de la diócesis de Jinotega (norte de Nicaragua) y presidente de la CEN desde noviembre de 2021, habría sido enviado a Guatemala el miércoles, y es el tercer obispo expulsado tras Rolando Álvarez, de Matagalpa, e Isidoro Mora, de Siuna, que estuvieron encarcelados.
Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, acusan a la Iglesia de haber apoyado las protestas de 2018 que dejaron más de 300 muertos, según la ONU, y que ellos consideran un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
Según medios de prensa que trabajan desde el exilio en Costa Rica y Estados Unidos, monseñor Herrera fue «desterrado» por criticar la bulla que se hacía en una actividad de la alcaldía de Jinotega, mientras él celebraba misa al lado en la catedral, el pasado 10 de noviembre.
El Gobierno no se ha pronunciado en lo inmediato sobre esas versiones.
«Valiente obispo Carlos Enrique Herrera Gutiérrez denuncia atropellos sacrílegos el alcalde orteguista de Jinotega, Nicaragua», escribió en Facebook José Canales, obispo de la ciudad hondureña de Danlí (cerca de la frontera con Nicaragua).
Varias organizaciones opositoras al Gobierno de Ortega y activistas humanitarios condenaron la expulsión de Herrera y exigieron a la comunidad internacional atender la situación de derechos humanos en Nicaragua.