Irán endurece la represión: más de 840 ejecuciones en lo que va de año

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En una entrevista hace unos meses con el embajador iraní en España, Reza Zabib, aseguraba que en su país, la República Islámica de Irán, había democracia, porque se «habían producido manifestaciones», haciendo referencia a las protestas de hace dos años y a la libertad que existe para la disidencia en el país.

Sin embargo, los últimos datos que llegan desde Teherán no dejan ver que, efectivamente, el país sea una democracia.

Según la ONU, las autoridades iraníes han ejecutado al menos a 841 personas en lo que va de año, «lo que marca un aumento importante», dijo en un comunicado la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas. La mayoría de ellos por sus opiniones políticas.

En julio de este año, un centenar de personas fueron ejecutadas, lo que significa, más del doble que el julio del año pasado, según la Oficina del Alto Comisionado para los derechos humanos. Entre ellos había mujeres, ciudadanos afganos y minorías étnicas como ciudadanos baluchis, kurdos y árabes.

«El elevado número de ejecuciones indica un patrón sistemático de uso de la pena de muerte como herramienta de intimidación estatal y de represión de cualquier disidencia», dijo a la prensa en Ginebra la portavoz principal de la ONU, Ravina Shamdasani.

Shamdasani dijo que Naciones Unidas había observado un ataque desproporcionado contra minorías étnicas y migrantes en el corredor de la muerte.

Afganos, en el centro de la polémica

Once personas se enfrentan actualmente a una ejecución inminente, seis de las cuales están acusadas de «rebelión armada», según informó el ACNUDH. Otras cinco se enfrentan a la pena de muerte por su participación en las protestas de 2022.

El asunto de los afganos es extremadamente preocupante. Con números de julio, desde marzo, cuando las autoridades iraníes ordenaron a los residentes indocumentados abandonar el país, unos 800.000 afganos han cruzado la frontera en masa, según declaró hace unos días el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). En mayo, Teherán dio como fecha límite mañana, 15 de julio, para que los afganos que no cuenten con la documentación requerida abandonen Irán.

La situación para estos afganos es desoladora, porque no tienen adonde volver. La mayoría escaparon de un régimen como el de los talibanes que perseguía, castigaba y ahogaba con sus nuevas leyes islámicas.

Ejecuciones públicas

La portavoz criticó en particular la realización de ejecuciones públicas en Irán . La oficina de derechos humanos documentó siete casos de este tipo desde principios de año, algunos, según informes, en presencia de niños.

«Las ejecuciones públicas añaden una capa extra de ultraje a la dignidad humana... no sólo a la dignidad de las personas implicadas –las personas que son ejecutadas– sino también a la de todos aquellos que tienen que dar testimonio», dijo. «El trauma psicológico que supone presenciar el ahorcamiento público de alguien, sobre todo para los niños, es inaceptable.»

La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que había serias preocupaciones sobre el debido proceso en los casos de pena capital.

«Lo que nos preocupa especialmente es que muchas de estas sentencias de muerte se imponen basándose en leyes vagas», dijo la portavoz, como cargos de enemistad contra Dios.

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