El FMI mantiene a España entre los países con más crecimiento en 2024 y 2025, en un contexto mundial marcado por las tensiones geopolíticas
La economía española es la que ha experimentado una mayor revisión al al alza de todas las que ha examinado el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su actualización de las previsiones económicas mundiales realizada hace tres meses.
Pero el récord no parece que vaya a ser sostenible. La institución cree que la subida del crecimiento se debe a los buenos resultados del sector exterior y, en menor medida, de la inversión en los primeros meses del año, que no se mantendrán en la segunda mitad del ejercicio. Así, la expansión del PIB del 2.4% en 2024 bajará al 2% previsto en abril.
Las cifras son en general positivas para España, que queda así como la segunda gran economía industrializada con mayor crecimiento, sólo superada por EEUU este año y por Canadá el que viene. Las previsiones se dan en un contexto internacional muy similar al del mes de abril, cuando el Fondo celebró sus reuniones de primavera. La institución mejora las perspectivas de EEUU, al que da algo menos de crecimiento lo que le ayudará a reforzar el control de la inflación, y para la Unión Europea, cuyo PIB, tradicionalmente caracterizado por la anemia, se expandirá una décima más gracias en buena medida al impacto de España.
El Fondo, así, prevé que la inflación siga cayendo pero a un ritmo muy bajo, especialmente en Estados Unidos donde, pese al buen dato del IPC de junio, del 3%, sigue habiendo tensiones al alza en los salarios y en los precios de los servicios. El FMI no cree que, en el mejor de los casos, la Reserva Federal baje los tipos de interés hasta septiembre.
La persistencia de elevados déficit y deuda es, igual que en abril, otro motivo de preocupación para la institución, especialmente porque el problema se concentra en las dos economías más grandes del mundo: EEUU y China. En relación a este último país, el siempre diplomático FMI teme que el Gobierno de Xi Jinping esté enfatizando las exportaciones, pese a que el impacto de éstas en la economía del país es pequeño.
Precisamente esa subida de las exportaciones de China puede reforzar las tendencias proteccionistas en EEUU y la UE — de hecho, ya está ocurriendo con los vehículos eléctricos — lo que apunta indirectamente al gran peligro de la economía mundial según el FMI: la incertidumbre política. Las tensiones con Rusia por invasión de Ucrania siguen, la competencia estratégica entre EEUU y China se ha endurecido, y Francia — la quinta economía mundial por PIB nominal — está sin gobierno. A eso se puede sumar la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2025, lo que incrementaría el déficit y la inflación en EEUU, además de las tensiones geopolíticas en todo el mundo.