Sánchez ofrece en África 250.000 empleos de inmigración legal para frenar la irregular: "Para España es riqueza, desarrollo y prosperidad"
La inmigración irregular se ha convertido en un problema para España, con territorios como Canarias o Ceuta clamando ayuda ante una situación que denuncian insostenible. La llegada masiva de personas procedentes de los países de África no cesa y en el Gobierno ya admiten que el otoño será complicado, caliente, en cuanto a llegadas a las costas españolas se refiere.
Entre las medidas que pretende impulsar el Ejecutivo para tratar de paliar esta crisis migratoria está lo que llama «migración circular» o migración regular: formar a personas en los países de origen para que acudan a España a cubrir la mano de obra que precisan empresas españolas agrícolas, textiles... para determinadas campañas o periodos concretos de tiempo. Esas personas viajan a España para trabajar con el compromiso de regresar a su país cuando finalice el trabajo.
España tiene firmado con siete países un acuerdo de migración circular -Marruecos, Honduras, Colombia, Ecuador, Argentina, Uruguay y Senegal- y el viaje que protagoniza esta semana Pedro Sánchez servirá para aumentar la lista a Mauritania y Gambia. Este martes, el presidente del Gobierno español se reunió a su llegada a Nuakchot con su homólogo de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, país con el que se suscribió un Memorando de Entendimiento para desarrollar ese modelo de migración circular.
«La contribución de los trabajadores migrantes a nuestra economía es fundamental para la Seguridad Social, las pensiones... Para España la migración es riqueza, desarrollo y prosperidad», aseguró Sánchez a su llegada a Nuakchot, la capital mauritana, en el inicio de una gira de tres días por África.
El propósito del Gobierno es que estos proyectos, que se cofinancian entre el Ejecutivo español y el local, impulsen una migración regular y ordenada y vaya restando fuerza a la irregular, que está sometiendo a territorios españolas a una gran presión. Según los datos que proporciona el Gobierno, en lo que va de 2024, un total de 20.515 trabajadores han participado en estos proyectos de migración circular. Fuentes del Ejecutivo asumen que las cifras son aún modestas, pero que tienen un amplio recorrido y que en países como Mauritania o Gambia pueden servir de estímulo.
Con Senegal ya existe este acuerdo, pero Sánchez va a viajar este miércoles hasta allí para intensificar esta cooperación. Tan sólo 141 senegalés han sido partícipes de un proyecto de migración circular. De ahí que la intención sea darle un mayor impulso. Marruecos, Honduras y Colombia son los países que han enviado más ciudadanos para trabajar de manera temporal en España y cubrir las necesidades de las empresas que lo han requerido.
Porque hay otro dato que manejan en el Ejecutivo que no es menor, para apostar por esta migración regular: España necesita que vengan entre 200.000 y 250.000 inmigrantes al año para trabajar hasta 2050 para mantener el Estado de bienestar. Una cifra que proporcionan fuentes del Ejecutivo remitiéndose a organismos como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). La filosofía es que si resulta casi imposible frenar la llegada de migrantes, que al menos pueda hacerse de manera controlada, con personas formadas en el origen y que puedan aportar a la sociedad. De hecho, ya hay empresas españolas que forman a personal en los países de origen y después los trasladan a sus instalaciones para incorporarlos a sus plantillas de manera indefinida.
El mensaje es que España necesita de la migración, pero se deben establecer los cauces para que sea algo controlado y que, en la medida de lo posible, no se vivan las imágenes que se ven cada vez con más frecuencias de llegadas masivas, centros saturados, personas muertas en el mar...
Para llevar a cabo todo esto hay que superar primero un freno como es el «miedo» o la «desinformación» que existe en las empresas españolas. Desde el Gobierno español admiten que no todos se atreven a dar el paso de pedir mano de obra extranjera porque no manejan todos los datos o la información necesaria. Ahí es donde cobra una importancia vital combatir a las mafias. La filosofía de España es cooperar con los países de origen y tránsito. De ahí esta gira africana de Sánchez, que le lleva a visitar tres países: Mauritania, Gambia y Senegal.
Control en aeropuertos
Otra medida que el Gobierno va a poner en marcha desde hoy es la exigencia a los ciudadanos de Mauritania de que estén en posesión de un visado de tránsito aeroportuario a fin de que puedan transitar por la zonas internacionales de los aeropuertos. Este requisito se implanta coincidiendo con la salida de Sánchez del país y tiene como fin evitar que los ciudadanos que precisan de este visado de tránsito no puedan pedir asilo.
Aprovechando la visita de Sánchez se lanzó el comité empresarial mauritano, a fin de dotar de información y herramientas a las empresas españolas para que inviertan en este país. Este comité, que ha sido promovido por la Cámara de Comercio de Canarias, tiene como fin que se haga uso de 150 millones de euros que anunció el jefe del Ejecutivo en su visita el pasado mes de febrero a Nuakchot. Sánchez expuso que nuestro país daría 200 millones en los próximos cinco años para fomentar el comercio y la inversión en Mauritania. De esa cantidad, 50 millones se han destinado ya a cooperación, pero los otros 150 no se han ejecutado porque, defienden en el Gobierno, es una financiación que depende de la demanda de empresas, que deben de pedirla ellas, y que si bien hay en marcha dos estudios de viabilidad sobre hidrógeno y agricultura no se ha concretado todavía ningún proyecto.
Pedro Sánchez y Mohamed Ould Ghazouani mantuvieron una reunión bilateral a última hora del martes y ambos países rubricaron una declaración política que incluye que trabajarán conjuntamente «para identificar oportunidades y velar por que se den las condiciones adecuadas para la promoción de la cooperación económica y la inversión, sobre la base del paquete financiero anunciado durante la visita del Presidente Sánchez en febrero de 2024 por valor de hasta 200 millones de euros y que se destinará principalmente a la financiación de proyectos e inversiones en los sectores de las energías renovables, del hidrógeno verde y del agua y saneamiento en Mauritania». La declaración conjunta también supone que en 2025 se celebrará la primera Reunión de Alto Nivel entre España y Mauritania.
«Esa migración regular es fundamental para nuestro país: si hoy tenemos más de 21 millones de cotizantes en la Seguridad Social es también gracias a esos trabajadores que vienen de fuera», recalcó la portavoz de Gobierno, Pilar Alegría, tras la primera reunión del Consejo de Ministros tras el verano. En paralelo, trató de presionar al PP para que facilite la reforma de la Ley de Extranjería -tras rechazarla junto a Vox y Junts en julio- para que el reparto entre las comunidades autónomas de los menores inmigrantes que llegan a España sea obligatorio. «Es importante afrontar estas políticas como una política de Estado y para eso es importante tener responsabilidad y altura de miras y dejar de lado esa demagogia y, desde luego, esas políticas xenófobas que algunos pretenden imitar», señaló tratando de equiparar al partido de Alberto Núñez Feijóo con el de Santiago Abascal.