El Parlamento Europeo pide investigar los vínculos del independentismo catalán con el Kremlin y la injerencia rusa en el ‘procés’
El Parlamento Europeo ha reclamado este jueves a “las autoridades judiciales competentes” una investigación sobre los presuntos vínculos del independentismo catalán y el Gobierno de la Generalitat —entonces liderado por Carles Puigdemont— con el Kremlin en el marco del procés de 2017, e insta a comprobar si se produjo una injerencia rusa en esa operación de desafío secesionista al Estado español. La resolución —aprobada por amplísima mayoría, incluidos populares y socialistas— expresa la “profunda preocupación” de la institución de la UE por los contactos de los secesionistas catalanes y el Gobierno ruso, así como por los “esfuerzos de Rusia por socavar la democracia europea”. Y lamenta “los ataques contra los jueces que investiguen cualquier actividad de injerencia”.
La Eurocámara reclama que esa supuesta intervención rusa para intentar desestabilizar determinadas regiones de la UE sea investigada “de forma efectiva”. Y también pide una investigación interna, en el propio Parlamento Europeo, a Puigdemont —huido de España desde 2017 y eurodiputado desde 2019— por la presunta infracción del código de conducta de los eurodiputados. La resolución, mucho más amplia y que aborda otros supuestos escenarios de injerencia rusa en Europa, surgió por las informaciones sobre una eurodiputada letona, sospechosa de estar a sueldo de Moscú; menciona también otros casos, como las presuntas relaciones de la extrema derecha con el Kremlin y la financiación de partidos, y reclama “abordar estos intentos de injerencia rusa como una cuestión de extrema gravedad”.
La resolución, que no es vinculante, ha sido aprobada con 433 votos a favor, 56 en contra y 18 abstenciones. El Partido Popular y Ciudadanos, además, han introducido enmiendas que mencionan específicamente que el Kremlin, según informaciones periodísticas, estuvo en contacto con el entorno de Puigdemont y con el expresident; también que estas personas “están demandando una amnistía por sus presuntos delitos”. Puntos que han salido adelante pese a los votos en contra de los eurodiputados socialdemócratas.
Ahora serán la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y su comité asesor quienes decidan si se abre esa investigación interna a Puigdemont —que en el caso de la eurodiputada letona, Tatiana Zdanoka, ya está en marcha—. Si se determina que el eurodiputado catalán ha vulnerado el código de conducta, eso puede derivar en la prohibición de actividades parlamentarias, el veto a representar a la institución durante un tiempo o la pérdida del derecho a dietas (más de 300 euros diarios) por hasta 30 días.
Un delito que queda fuera de la amnistía
La resolución de la Eurocámara llega cuando un juez de Barcelona ha decidido prorrogar otros seis meses la instrucción del caso Voloh sobre la supuesta trama rusa del procés, una de las investigaciones judiciales que están poniendo en jaque la ley de amnistía pactada por el Gobierno de Pedro Sánchez y los partidos independentistas. Esa proposición de ley, aún en tramitación, deja fuera los “delitos de traición” y contra la paz del Estado o los delitos que afecten “a los intereses financieros de la Unión Europea”.
El juez Joaquín Aguirre investiga al ex responsable de relaciones internacionales de Convergència Víctor Terradellas; al jefe de la oficina del expresident Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay; y al informático Jaume Cabaní por sus supuestas reuniones y contactos con el Kremlin, y ve indicios de que esos contactos supusieron maniobras para alterar la unidad territorial de España y para buscar alianzas con Rusia.
El pasado martes, el vicepresidente de la Comisión Europea para la protección del estilo de vida europeo, Margaritis Schinás, advirtió sobre los intentos de Rusia de influir en la UE y debilitar la democracia, y ya reclamó a la Eurocámara que investigue si tiene agentes de influencia rusos infiltrados. Schinás remarcó que Rusia amplificó los mensajes a favor del Brexit e influyó en esa campaña de salida del Reino Unido de la UE, y también mencionó los “contactos regulares y visitas organizadas” de independentistas catalanes con funcionarios rusos durante el procés catalán. “Lo que hay que ver es quién hizo qué y en qué condiciones jugando el juego de Rusia”, lanzó Schinás, en una de las escasas ocasiones en las que Bruselas ha mencionado el caso.