¿Puedo cobrar un décimo de la Lotería de Navidad en una provincia diferente de la que lo compré?
Si tienes la suerte de ganar alguno de los premios de la Lotería de Navidad de este año, estos son los lugares donde puedes ir a cobrarlos
Si hay una administración de Lotería por excelencia para ir a buscar ese preciado décimo es Doña Manolita, ubicada en el número 22 de la Calle del Carmen de Madrid. En esta emblemática administración madrileña siempre acaba tocando alguno de los premios que se reparten en la Lotería de Navidad, lo que le ha dado la fama que tiene.
Sus primeros clientes era universitarios y transeúntes a los que la administración les pillaba de camino. En sus primeros años no tuvo demasiada suerte, pero Doña Manolita decidió acudir a la Virgen del Pilar para bendecir varios décimos y «la creencia, la casualidad o la fe hicieron que esos décimos resultasen premiados en el sorteo de Navidad», explica la propia administración sobre su historia.
Poco a poco fue ganando popularidad y en 2011 se trasladó al local en el qu se encuentra ubicada actualmente. Un ejemplo de los décimos premiados es que en el sorteo del año 2019, la administración repartió El Gordo, el segundo, el tercero, dos cuartos y tres quintos premios, toda una lluvia de millones. ¿Pero es todo cuestión de azar o de buena suerte favorable? ¿Cómo lo hacen?
Más allá de los milagros de la Virgen, lo cierto es que comprar en Doña Manolita no da por sí mismo más probabilidades de ganar alguno de los premios que se ponen en juego el día del Sorteo de la Lotería de Navidad el 22 de diciembre. Loterías y Apuestas del Estado pone en circulación para este sorteo 100.000 de los cuales uno de ellos será el ansiado Gordo.
Esto implica, que las posibilidades de que toque se encuentran en torno al 0,001%. Es decir, las posibilidades son prácticamente las mismas compres dónde compres.
Ahora bien, el secreto de Doña Manolita lo tienen las matemáticas y la estadística. La administración número 67 de Madrid es una de las que más décimos vende y, por tanto, de las que más facturan -se calcula que unos 60 millones al año-. Al vender más, tienen más números disponibles y es por eso que alguno de los premios puede tocar en esta administración.
Así que el problema de que no toque en otras no está en que elijan peor los números o tengan menos suerte, sino en que hay menos de dónde elegir. En otras palabras, la decisión final siempre dependerá del comprador.