La actriz francesa Judith Godrèche denuncia a dos cineastas por violarla siendo adolescente
Que al cineasta francés Benoît Jacquot le gustaban las adolescentes y que aprovechaba su posición de poder y su prestigio con ellas no eran ningún secreto. Él mismo había hablado en público de la relación que mantuvo entre 1986 y 1992 con la actriz Judith Godrèche y que empezó siendo cuando ella era una adolescente. “A la vista de la ley, no se tiene derecho en principio, creo. Ella, con 15 y yo 40. A mí no me importaba e incluso diría que a ella le excitaba mucho”, dijo con media sonrisa en un documental de 2011.
Dos años después, Jacquot obtendría tres premios César, el equivalente francés al Goya, por Los adioses a la Reina. No era un director de primerísima fila, pero sí una figura consagrada y admirada. Todo en orden. Hasta ahora.
Godrèche, que hoy tiene 51 años, ha roto el silencio. Después de estrenar a finales de 2023 una serie televisiva en la que contaba parte de esta etapa de su vida, esta semana ha denunciado al cineasta por violación. También ha denunciado a otro director de la misma generación que Jacquot, Jacques Doillon, autor entre otras películas de La chica de 15 años. Godrèche ha abierto las compuertas a acusaciones de otras actrices contra ambos directores en el mundo del cine francés, siete años del inicio del movimiento Me Too en EE UU.
“Es una historia como las historias de los niños secuestrados que crecen sin ver el mundo y que no logran pensar mal de su secuestrador”, se lee en un texto, citado por Le Monde y que Godrèche preparó antes de denunciar el 7 de febrero a Jacquot. “Yo habría querido que Benoît aceptase ser mi amigo, no tenerme, yo no quería su cuerpo. En seguida me daba asco”.

El mismo día denunció a Doillon por dos episodios de abusos sexuales. Uno durante el rodaje de La chica de 15 años, y ante las cámaras y los equipos de rodaje y la entonces pareja de Doillon, que además de director también actuaba. “De repente, decide que hay una escena de amor, una escena de sexo entre él y yo”, explicó el jueves Godrèche en la cadena France Inter. “Retiro mi jersey, quedo con el torso desnudo, me soba, me morrea”. El segundo episodio, en el domicilio parisino que Doillon compartía con su pareja entonces, la actriz y cantante Jane Birkin.
Jacquot, en una entrevista con Le Monde, negó las acusaciones y defendió que la relación con la actriz había sido puramente amorosa. La edad de la mayoría de edad sexual, en el momento de los hechos denunciados, era de 15 años y el cineasta sostiene que, aunque empezaron a ser pareja cuando ella tenía 14 y él 39, no mantuvieron relaciones sexuales hasta que ella cumplió 15. “Y no por falta de ganas”, dijo al citado diario. Godrèche dice que ella tenía 14, por lo que habría sido ilegal.
La abogada de Doillon, Marie Dosé, ha declarado a la agencia France Presse: “Jacques Doillon descubre estas acusaciones esta mañana [del jueves] por medio de la prensa. Las refuta con fuerza y está impaciente por explicarse ante la justicia”. Ni Jacquot ni Doillon están imputados y por ahora la Fiscalía ha abierto sendas investigaciones preliminares. Los hechos probablemente hayan prescrito.
Godrèche conoció a Jacquot en 1986, cuando el cineasta seleccionó a actriz para la película Los mendigos. En la serie Icon of french cinema, escrita, dirigida y protagonizada por Godrèche, y estrenada en diciembre en la cadena ARTE, se reproduce la escena del casting. “¿Tienes un amiguito?”, le pregunta el director a la niña. “Me recuerdas las heroínas de Balthus”, le dice en otro momento, en alusión al pintor que retrató mujeres jóvenes.
En seis capítulos de media hora cada a uno, y en un tono entre ligero y melancólico, la serie lo cuenta todo, o casi. Es la historia de una actriz francesa venida a menos que regresa a París después de unos años en Los Ángeles. El relato alterna entre su vida actual y su vida de actriz adolescente bajo influjo de un director adulto. Como la Judith de la serie, la Judith real era hija de padres divorciados que no le ponían límites. “¿Por qué me dejase irme con un hombre de 40 años?”, le pregunta su madre. No hay respuesta.
En Le Monde, Godrèche describe a Jacquot como un hombre violento. Cuando ella tenía 17 años, él quería comprar un apartamento en el Marais, barrio céntrico de París, pero no le alcanzaba el dinero, y ella consiguió de su padre la emancipación legal para disponer de sus ahorros y poder comprar juntos. Fue una relación de dependencia, según su testimonio: “Yo estoy completamente aislada. Me ha separado de toda vida social.”
“Era como estuviese encerrada, había que pedirle permiso a Benoît para todo, incluso para que pasase conmigo la Navidad”, dice la madre al citado diario. “Y era todavía una niña: tenía un peluche.” En el mismo reportaje, Jacquot se defiende: “Yo estaba atrapado por ella. Sin ironía: soy yo el que estuve bajo su influencia durante seis. Creo que, si no se hubiese marchado, todavía estaría con ella hoy.”
Sobre el supuesto abuso cometido por Doillon durante el rodaje de La chica de 15 años, Godrèche declaró: “Fue alucinante”. Ella tenía, como la protagonista, 15 años. Él, más de 40. En el plató se encontraba además Jane Birkin, que en sus diarios escribió: “Besaba veinte veces seguidas a Judith Godrèche y me preguntaba cuál era la mejor toma. ¡Una verdadera agonía!”.
Por la misma época, la expareja de Birkin, Serge Gainsbourg, mantenía una relación con una mujer a la que había conocido teniendo él 57 años y ella 16. Se llamaba Constance Meyer y lo contaría años después en un libro. “Me enamoré de un hombre mayor, pero era legal”, contó Meyer a EL PAíS. “Él no tenía ningún ascendente sobre mí. No hay ningún problema”.
Godrèche fue una de las actrices que en 2017 denunció un intento de violación por parte del productor estadounidense Harvey Weinstein y contribuyó así a iniciar el movimiento Me Too. Ha contado que al leer en 2020 de El consentimiento, de Vanessa Springora, se dio cuenta de que contaba su vivencia. Springora relataba cómo fue seducida, en la misma época que los hechos denunciados por Godrèche, por el escritor Gabriel Matzneff. Ella tenía 14 años; él, 50. Matzneff gozaba del aura del escritor; Jacquot, del cineasta.
“En cierta manera, hacer cine es una suerte de cobertura para este tipo de costumbres, en el sentido de que se tiene una cobertura para un tráfico ilícito: ‘Ah, es que el cineasta es artista, está fabricando una artista, son cosas suyas...”, decía Jacquot en documental de 2011. “Y al mismo tiempo, en el mundillo cinematográfico se puede notar que hay una cierta estima o cierta admiración por lo que a los otros les gustaría practicar también. Hay algo de esto también, lo que no es desagradable.” El director del documental, el psicoanalista mediático Gérard Miller, ha sido acusado por 18 mujeres en la revista Elle de agresiones sexuales. Miller lo niega.