Esto te pasa, Karla, ¡por conversa!

A George Floyd lo llamó drogata. Al islam infección. Y a la Academia le dedicó sus más esmeradas burlas. Cuñadismo en vena. Si sólo le faltó mandar a subir por la banda al lateral izquierdo del Alcobendas CF, poseída por aquel espíritu que, según Francico Umbral, distinguía la sabiduría del obreraje, cuando se decían, unos a otros: «Pásate, macho, el Marca con las alineaciones».

Atrás quedó el frenesí por la protagonista del filme 'Emilia Pérez' y primer trans en optar a un Oscar como mejor actriz. Netflix ha cortado el problema de raíz y la ha eliminado de todas las galas, y eventos públicos. Se dio por hecho que Karla García Gascón enarbolaba todas las banderas deseables en una entrega de premios de la era Donald Trump: la integración, los derechos de homosexuales y colectivos LGTBI, la migración… y así hasta completar la colección más asombrosas de homilías que un personaje puede encarnar con un traje de diseñador. Pero resulta que Karla no era ni tolerante, ni inclusiva ni progresista.

Siendo la productora con más nominaciones en la gala de los Oscar, Netflix ha optado por meter a la mastodóntica actriz bajo la alfombra roja. La santa Karla Sofía —trans intachable, entusiasta representante de las minorías, abogada de los pobres y marginados — ha fracasado en su dechado de virtud. ¡Pero cómo puede ser racista si es transgénero! Dos cosas contrarias pueden ser ciertas a la vez y, sin duda, en el caso de la española, queda claro que se puede ser un absoluto imbécil pero sentirse capacitado para impartir lecciones al orbe. Si ya lo dijo Lope de Vega al enumerar las quimeras del mundo: que nadie se resiste a hablar en necio y llamar al hurto diligencia.

Karla Sofía Gascon... ¡Ruega por nosotros! Abogada de los perseguidos. Arcángel de Hollywood. Pastorcita de las ovejas descarriadas ¡Ruega por nosotros! Jalonada por el movimiento MeToo, la industria condenó a Woody Allen y acabó con la carrera de Kevin Spacey. Los dos, por cierto, fueron considerados inocentes por un juez, pero el tribunal popular ya había emitido su veredicto, Karla, querida, te ha tocado el turno a ti. A periodicazos te han echado de la iglesia, ¡por conversa!