Alcaraz, entre las risas, la confianza y un ADN inamovible: «Siempre va a por el partido con la palabra 'disfrutar'»
«Creo que ha ido de menos a más. Físicamente está muy bien. Creo que a partir de aquí lo que hay que hacer es estar muy tranquilo, descansar bien, recuperarse lo mejor posible y llegar muy fresco mentalmente de cara a semifinales. Creo que Carlos tiene la experiencia de haber jugado ya este tipo de partidos», concede el entrenador a los medios españoles desplazados a Wimbledon.
Por el momento, todo bien. Incluso mejor que al inicio del torneo cuando no encontraba ese saque que tan bueno pareció en Queen's. Diferentes condiciones, diferentes días, diferentes pistas, diferente Alcaraz. «Es un trabajo de diario. El saque es ir practicando, de cogerle el tranquillo al nuevo movimiento. De sentirse a gusto. En hierba uno se concentra un poquito más porque si pones un saque en el lugar correcto haces mucho daño. Aquí siempre uno tiende a evolucionar un poquito más. Hay unos torneos en los que da un poquito más de nivel que en otros, pero creo que con el tiempo conseguirá tener un muy buen servicio». El resto está todo estupendo, aunque siempre haya espacio para la mejora: «Una derecha, un revés, un cortado, una defensa... Pequeñas cosas, pero son pequeños ajustes que se quedan dentro del equipo».
Lo que está por las nubes es la confianza, construida en buenos resultados y, también, en saber hallar las soluciones cuando el tenis no fluye tan bien. En esta racha de 23 partidos ha habido de todo. «Creo que es excepcional, hay que darle muchísimo mérito, muchísimo valor a lo que está haciendo Carlos, que torneo tras torneo está dando nivel. Sabemos lo difícil que es, todo el mundo lo sabe, y eso es de admirar. Y una vez más, nos quitamos el sombrero ante eso. Está superpreparado, motivado y con una confianza muy arriba».
La motivación y la confianza, indica su otro entrenador, Samuel López, también se trabaja, en el día a día: «El cambio surge primero en los entrenamientos. Y luego hay que adaptar esa mejora que hay en la competición. Que se vive con adrenalina, con sensaciones distintas. Y se trabaja así. Es un proceso que va viniendo poco a poco. Con paciencia. Una vez que tú sabes que ya en el entreno te está saliendo mejor, luego va a venir en los partidos. Durante el partido también va a pasar lo mismo».
Esperan resolver el acertijo que ofrece Taylor Fritz, que está en su mejor momento y lo reta desde el saque (95 'aces'), pero también desde el fondo. En esta hierba, cada vez más lenta, eso puede inclinar la balanza a favor de Alcaraz, al menos, así lo indica Ferrero: «Ya sabemos cómo juega Taylor. Es un jugador muy rocoso de fondo. A la que puede intenta dominar y mover una y una. Siempre le gusta mover mucho la pelota. Pero yo creo que de fondo y a nivel tenístico Carlos es un poquito superior. Obviamente en el saque puede ser que Fritz sea un poquito superior a nosotros. Pero va a ser una batalla bonita que se va a resolver de fondo de pista. Aunque obviamente el saque va a ser importante, yo auguro un partido de batalla, de rallies, puntos largos. Y pues que sea un partido largo». Porque además de disfrutar de un punto superior en el fondo, también Alcaraz ha demostrado en este Wimbledon ser un buen lector de saques ajenos. «El saque va evolucionando, porque el resto también ha evolucionado mucho en los últimos años. En hierba, aunque haya mucha velocidad, está siendo más lenta que en años no anteriores desde hace mucho tiempo. Es de un tipo que no es tan rápida. Y se juega mucho más de fondo, con lo cual el saque no es tan determinante. Así que es verdad que las bolas son bastante pesadas y no es fácil generar unas velocidades muy, muy altas. Los grandes cañones siguen generando velocidades altas, pero tienes más posibilidades de poder restar».
Un jugador cada vez más completo que ha aprendido a disfrutar de otra manera. Que no se le ha olvidado la palabra divertirse, pero ahora lo hace con los triunfos, al mostrar esa superioridad, y no tanto con la sonrisa de los puntazos. «Hay un grado de madurez que se le va notando con el paso del tiempo y el gran competidor disfruta de ese sufrimiento, entre comillas. No tienes que huir de él, sino que lo tienes que afrontar. Yo creo que más que disfrutar, te sabes mover mucho mejor en esas situaciones y las manejas con más calma y luego las sabes apreciar mucho mejor. Hay partidos que se disfrutan más, otros se disfrutan menos por el tipo de rival o cómo estás jugando tú, la superficie o el día que hace. Pero tenemos claro que él tiene que jugar a lo suyo con el ADN particular que tiene Carlos. Siempre va por el partido y siempre aparece la palabra disfrutar. El gen competitivo está ahí. Uno siempre quiere ganar, siempre tiene preocupaciones, siempre tiene cosas a mejorar, pero yo creo que Carlos si se diferencia realmente con los demás en eso, es que realmente va a disfrutar».