

El ex presidente del PP en Cataluña y ex presidente de Vox, Alejo Vidal-Quadras, que recibió hace 10 días un tiro en la cara en una calle de Madrid, ha lamentado la reacción del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras lo que le ocurrió: " Mientras yo me desangraba en el quirófano del Gregorio Marañón y un equipo de élite de la sanidad pública reunido con admirable urgencia luchaba con denuedo por salvarme la vida, el presidente progresista aliado y amigo de terroristas y prófugos sediciosos puso un tuit", asegura en una carta publicada en Vozpópuli.
Además, ha asegurado que aunque su relación con líderes del PP como José María Aznar o Alberto Núñez Feijóo no es "idílica", ambos llamaron a su familia para preguntar por su estado y ponerse a su disposición. "El holograma que habita La Moncloa puso un tuit. Esa es la España de Sánchez", insiste. En su opinión, esa "España de Sánchez" es "para delincuentes enemigos del orden constitucional, amnistía, parabienes y zalemas", pero "para un leal servidor del Estado" como él, tras su larga carrera política, sólo pone un tuit "mientras agonizaba tras sufrir un ataque terrorista".
En la carta, Vidal-Quadras ha elogiado el trabajo de los profesionales del Hospital Gregorio Marañón, tanto de la UCI, como de planta, de rehabilitación y de la unidad de psiquiatría y psicología, donde tratan casos de estrés postraumático. Dos profesionales de este equipo le trataron tras lo sucedido. "Estás tranquilamente regresando a casa y de repente suena una detonación y eres un cuerpo desmadejado del que la vida huye a borbotones tibios", relata.
Sin embargo, el ex político asegura que, superado el miedo inicial al darse cuenta de lo que había pasado y pensar en que podía morir, sintió amor. "Tengo tanto que agradecer durante estos días transcurridos entre el ominoso disparo y hoy que no sabría por donde empezar", sentencia.
Sobre el tiroteo, detrás del cual Vidal-Quadras aseguró que podría estar Irán, el ex político manda un claro mensaje: "Aparte de un insecto de ocho patas con apariencia humana, hay que ser un perfecto idiota para segar una vida humana inocente apostado en una esquina tras una espera arácnida".