Errejón acusa a Mouliaá de buscar "dinero" con su denuncia de agresión sexual
Iñigo Errejón sostuvo ayer ante el juez que con su denuncia «falsa» de por agresión sexual Elisa Mouliaá busca sólo busca «ganar dinero». El ex portavoz de Sumar en el Congreso respondió así a la pregunta directa del juez, que ayer citó al ex diputado y a la actriz y presentadora para declarar sobre presunta agresión.
«Es un día muy esperado para mí, vengo a defender mi inocencia». Estas fueron sido las primeras declaraciones públicas de Errejón desde que el pasado 24 de octubre dejó el acta de diputado. Más tarde, ante el magistrado Adolfo Carretero, el ex portavoz de Sumar aseguraba que los actos sexuales relatados por Mouliaá en su denuncia se produjeron, pero fueron todos «consentidos».
Errejón estaba citado a las 12.30 horas y su denunciante, a las 11.00 horas. El abogado de la actriz y presentadora, Alfredo Arrién, pidió que se evitara el cruce de ambos, por lo que el juez ha acordado que permanecieran en plantas distintas mientras coincidieran en la sede judicial.
Mouliaá ratificó ante el juez su denuncia de lo sucedido una noche de 2021 en la que asistió a la presentación de un libro de Errejón. Cuando fueron juntos a una fiesta comenzaron las supuestas agresiones: en el ascensor, en la casa de la fiesta y en la de Errejón. Según declaró al juez, le dejó claro al político que no quería mantener relaciones sexuales.
Hubo algunas precisiones sobre el texto de la denuncia. Añadió que ella bebió en la fiesta a la que asistieron y que se sintió muy afectada, hasta el punto de pensar que el ex diputado podía haberle echado «algo» en alguna de las varias bebidas que le trajo.
En sentido contrario, también precisó que ella no llegó a decir a la Policía que Errejón echara el pestillo de la habitación en la casa en la que estaban de fiesta, tan solo que comprobó que estaba cerrada la puerta. La referencia al pestillo consta en la denuncia ante la Policía, algo que la defensa interpreta como una de las contradicciones en las que incurrió la denunciante.
Mouliaá, que según fuentes presentes en la declaración se mostró nerviosa y en momentos emocionada, contestó a las preguntas del juez, la fiscal, su abogado, la de Errejón y al letrado Jorge Piedrafita, de la asociación Adive, que ejerce la acusación popular. En su turno, Errejón -él sin obligación de responder a todos- no ha contestado a la acusación popular, mientras que el abogado de Mouliaá no formuló preguntas.
Mouliaá declaró que en la habitación del piso de la fiesta -al que según la denuncia la llevó agarrándola fuertemente por el brazo- le dijo que «a una mujer no se la trata así», dejándole claro que no quería que siguiera. Y al final de la noche, en el piso de Errejón -donde fueron porque él le quería dar su libro- le dijo: «Íñigo, sólo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo». Entonces él paró y ella se marchó a casa, según la versión de la denunciante.
Cuando le correspondió declarar, Errejón no negó los hechos, pero afirmó que todos fueron «consentidos». Indicó que lo sucedido en la fiesta fue «un tanteo» y que él paró el inicio de la relación sexual porque a su edad no está para tener relaciones «en casa ajena».
El magistrado, que intervino mucho en ambos interrogatorios, le preguntó por qué creía entonces que Mouliaá había presentado la denuncia. Su respuesta: que consideraba que ella buscaba «un beneficio económico» con la repercusión del caso. Sobre este punto, el juez había preguntado antes a Mouliaá si desde la denuncia había tenido más contratos. Ha contestado que su vida desde entonces es «un infierno» y que si llega a saber lo que iba a pasar no hubiera dado el paso.
Respecto a por qué tardó tres años en hacerlo, dijo que su terapeuta le indicó que no denunciara hasta sentirse con fuerzas y que cuando se comenzó a hablar de denuncias anónimas sobre los comportamientos de Errejón se sintió capaz de hacerlo.
El ex líder de Más Madrid y fundador de Podemos sostuvo ante el juez que no dimitió de sus cargos políticos por la denuncia de la agresión, sino porque vio que había «perdido la confianza» de las líderes de su formación. Y que lo veía necesario para poder defenderse, porque desde su partido se sostenía que había que creer las denuncias presentadas. «¿Las demás sí pero esta no?», intervino el juez, según fuentes presentes en el interrogatorio. Errejón se ratificó en que la denuncia de Mouliaá era falsa.
El juez ha pedido a las partes que en los próximos días presenten sus peticiones de prueba. La previsión es que testifiquen quienes estuvieron con ellos en la fiesta y el terapeuta de Mouliaá. La defensa de Errejón ha indicado que aportará el cruce de mensajes en Instagram, que ella borró. No aportará los de contenido más sexual, que no existen porque se hacían en un chat de Telegram que se borraba automáticamente.