España ejerce una «intimidación escandalosa» sobre los países bálticos para que aprueben el catalán en la UE

Fuentes del Gobierno español han respondido esta misma mañana con una nota en la que aseguran que «el compromiso de España con la seguridad del Este de Europa y la presencia de tropas españolas en países del Este es firme e incondicional. No está y nunca ha estado en cuestión» y que «en relación a las lenguas cooficiales, el Gobierno de España trabaja con todos los estados miembros para que la redacción final del documento resuelva cualquier duda que puedan tener».

Después de decenios en los que la diplomacia española había resistido la presión de los nacionalistas para no difuminar aún más al español en el conjunto de lenguas oficiales de la UE, Pedro Sánchez decidió asumir el chantaje de los independentistas catalanes y sometió este tema a un primer análisis en agosto de 2023. Entonces se decidió aplazar el debate para dejar más tiempo a los países a que estudiasen el asunto. Ahora, el ministro de Exteriores José Manuel Albares decidió incluirlo en el orden del día del Consejo de Asuntos Generales de mañana, al que por lo que se sabe ha decidido llevar una propuesta alambicada que retuerce determinados preceptos legales y prevé plazos largos de aplicación, además de asumir los costes que conllevaría ese reconocimiento parcial. Los servicios jurídicos del Consejo habrían advertido varias contradicciones legales en esa propuesta.

La presidencia polaca, según sus portavoces, se limitó a incluir el tema en el orden del día «porque España lo pidió en plazo». Ahora, otros países le sugieren que lo retire con el pretexto de dejar más tiempo para la discusión, ante la perspectiva de la falta de consenso mínimo para evitar una votación que sería muy divisiva.